(Fuente: Alberto News) El ganador de la elección presidencial del 28 de julio, Edmundo González Urrutia, ha instado a los países democráticos de Europa y América a reconocerlo presidente electo de Venezuela.
Este reconocimiento, solicitado por Urrutia, debería transformarse en un apoyo de acción tangible de cara al 10 de enero.
Con información de Alberto News
En una entrevista ofrecida a TV Venezuela, el diplomático recordó que hace cuatro meses resultó ganador de las elecciones con el 67 % de los votos, por ello, pidió a España y a las demás naciones americanas desconocer a Maduro.
Indicó que los países del mundo deben «tomar conciencia» sobre este tema y actuar en beneficio de Venezuela y la región.
“Hay mucha simpatía, hay mucho afecto, pero falta dar el paso formal del reconocimiento por parte de varios gobiernos… Les hace falta dar el paso del reconocimiento pleno de que hubo unas elecciones el 28 de julio, en esas elecciones hubo un ganador, ese ganador es Edmundo González y que le corresponde constitucionalmente tomar posesión del cargo el 10 de enero del año próximo“
Breve recuento de cuatro meses de represión
El régimen Nicolás Maduro desplegó una ola de represión y persecución política luego de la entrega de resultados por parte del Centro Nacional Electoral, dichos números provocaron protestas en todo el territorio nacional, lo cual fue la excusa perfecta para la dictadura para desplegar sus actos criminales.
La detención de dirigentes dirigentes como Perkins Rocha y Biagio Pilieri, muestran el esfuerzo de la dictadura para aplacar a la oposición venezolana. Otros actos de represión se vieron reflejados en el constante asedio de la Embajada de Argentina en Caracas, sede diplomática donde están asilados seis dirigentes de Vente Venezuela.
Estos intentos represivos se vieron también reflejados en el exilio de Edmundo González Urrutia, quien se refugió en España luego del asedio de Jorge y Delcy Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional Chavista y vicepresidenta del régimen, respectivamente.
Finalmente, el trago más amargo se lo lleva la ciudadanía venezolana, que a través de las masivas detenciones, tuvo que presenciar el secuestro de menores de edad, persecución de lideres políticos, miembros de la sociedad civil y la separación de familias.