La madrugada del sábado 13 de septiembre, la adolescente venezolana Jhoanny Gómez Álvarez, de 16 años, fue brutalmente atropellada y asesinada en Queens, Nueva York, por Edwin Cruz Gómez, un mexicano de 38 años que conducía ebrio tras acosarla sexualmente minutos antes. El incidente, ocurrido en la intersección de Roosevelt Avenue y la calle 91, frente al bar Prima Donna en Elmhurst, dejó herida a su madre y a su padrastro, dejando un saldo de dolor para una familia que había llegado a EE. UU. apenas tres meses atrás buscando el sueño americano, pero encontró la pesadilla de la violencia.

Cerca de las 4:00 a.m., Jhoanny caminaba con su madre, su novio y su padrastro cuando Cruz Gómez, acompañado de otros hombres, se acercó y ofreció dinero a cambio de favores sexuales, intentando tocarla. Su padrastro intervino, desatando una pelea dispersada por transeúntes. Minutos después, el agresor regresó a su camioneta Chevy Suburban 2009, condujo en sentido contrario y embistió intencionalmente al grupo, aplastando a Jhoanny contra un poste de luz, donde murió en el acto. Su madre, de 32 años, y su padrastro resultaron heridos graves, pero estables en el Hospital Elmhurst. Cruz, con un nivel de alcohol en sangre de 0.137 —casi el doble del límite legal—, intentó huir chocando varios vehículos antes de ser arrestado.

La fiscal de Queens, Melinda Katz, presentó cargos graves contra Cruz: homicidio en segundo grado, intento de asesinato, homicidio vehicular, asalto y conducción ebria sin licencia. El juez ordenó su detención sin fianza, dada su historia de arrestos por ebriedad al volante en enero y junio de 2025. Vecinos y allegados recordaron a Jhoanny como una joven “llena de vida y con un futuro por delante”, y en el sitio se erigió un altar con flores, velas y fotos, donde Astrid Medjo, una residente local, expresó: “Esto te hace pensar que le puede pasar a cualquiera”.

La familia de Jhoanny, que se mudó a Manhattan hace tres meses huyendo de la crisis venezolana, exige justicia, pero este crimen subraya la precariedad de las migrantes, expuestas a violencia en el exilio.

La muerte de Jhoanny es un recordatorio doloroso de la diáspora venezolana, forzada por el régimen de Maduro que ha provocado la emigración de más de 7 millones de personas desde 2015, según la ONU.