El Comité por la Libertad de los Presos Políticos (Clippve) denunció en Instagram la indiferencia de la embajada de Bolivia en Caracas durante el tercer día de la segunda edición de la Ruta Global por la Justicia y la Libertad Plena de los Presos Políticos en Venezuela.
Mientras madres, familiares y defensores de derechos humanos exigían solidaridad para los 823 presos políticos torturados por el régimen de Nicolás Maduro, la representación boliviana cerró sus puertas, delegando la recepción de un documento a un trabajador de mantenimiento preocupado solo por la fachada de la sede. Esta actitud, que contrasta con la apertura de embajadas como las de Colombia, Japón, Suiza, Brasil y la Unión Europea, valida con su silencio las violaciones sistemáticas de derechos humanos en Venezuela, financiadas por el narcotráfico del Cártel de los Soles.
Clippve expresó su dolor: “Este gesto duele aún más viniendo de un país cuya historia está marcada por la lucha de los pueblos originarios y la defensa de la dignidad humana”. A pesar de notificar a la embajada por medios nacionales, internacionales y canales oficiales, el embajador boliviano evitó a los manifestantes, asegurándose solo de que sus pancartas no “dañaran” la fachada. Clippve afirmó que seguirá buscando solidaridad, con su próxima parada en Alemania para exigir una “diplomacia activa” que enfrente los crímenes del régimen.