La extracción de María Corina Machado de Venezuela no fue una salida convencional, sino una misión encubierta, peligrosa y meticulosamente planificada. De acuerdo con CBS News, un equipo privado estadounidense tardó entre 15 y 16 horas en completar la operación, la mayor parte del tiempo en mar abierto y bajo condiciones extremas, hasta llevarla a un punto seguro fuera del país.
#PremioNobelDeLaPaz || Así fue la operación secreta que permitió sacar a María Corina Machado de Venezuela: una extracción de alto riesgo por tierra y mar, ejecutada en menos de 16 horas.
— Dossier Venezuela (@DossierVzla) December 12, 2025
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La operación fue ejecutada por Grey Bull Rescue, una organización privada especializada en rescates de alto riesgo, y liderada por Bryan Stern, veterano de las fuerzas especiales de Estados Unidos.
“Nadie estaba disfrutando ese viaje, y mucho menos María”, relató Stern. “La presión arterial de nadie estuvo baja en ningún momento. Fue peligroso. Fue aterrador”.
El perfil de alto riesgo de María Corina Machado
Machado había permanecido casi un año en la clandestinidad dentro de Venezuela, ante el riesgo de persecución política. Su figura pública —líder opositora, principal amenaza para el poder de Nicolás Maduro y posteriormente galardonada con el Premio Nobel de la Paz— elevó la operación a un nivel inédito de riesgo.
“Ella tiene un enorme blanco en la espalda. No es alguien cualquiera. Es como mover a una estrella de rock”, explicó Stern.
Grey Bull Rescue confirmó que esta fue su misión número 800, bautizada como Operación Dinamita Dorada, y la describió como la más peligrosa y significativa en la historia de la organización.
El mar como escenario más peligroso
Una vez fuera del territorio venezolano, Machado fue trasladada en una embarcación hasta un punto de encuentro en altamar. Allí, en plena noche, Stern la recibió para un trayecto marítimo de 13 a 14 horas hacia un lugar no revelado.
“El dominio marítimo es el más implacable. No había luces, había fuerte oleaje y muy poca visibilidad”, explicó. Todos los integrantes del equipo, incluida Machado, llegaron empapados, con frío y exhaustos.
Paradójicamente, esas condiciones extremas ayudaron a mantener la operación fuera del radar: olas altas y baja visibilidad reducen la detección marítima.
Secreto, financiamiento y colaboración no oficial
Stern evitó revelar detalles de la fase terrestre para proteger a las personas involucradas. Confirmó que alrededor de dos docenas de personas participaron directamente y muchas más colaboraron de forma indirecta.
Negó que la operación fuera financiada por el gobierno de Estados Unidos, aunque reconoció una colaboración no oficial con fuerzas armadas estadounidenses para evitar incidentes durante el despliegue regional.
El verdadero objetivo: reunirla con sus hijos
Machado llegó a Oslo demasiado tarde para asistir en persona a la ceremonia del Premio Nobel. Para el equipo de rescate, sin embargo, el objetivo principal estaba cumplido.
“Es una mujer fuerte y firme, pero sigue siendo madre. Verla con sus hijos fue un momento que nunca olvidaré”, afirmó Stern.
Hoy, María Corina Machado se encuentra a salvo, fuera del alcance de la persecución y reunida con su familia, con un Premio Nobel como símbolo de una lucha que continúa desde otro escenario.











