La ONG Justicia, Encuentro y Perdón (JEP) ha alertado que 91 presos políticos en Venezuela padecen «enfermedades graves» y denunció que el «deterioro físico progresivo» de estos detenidos es producto de una forma de violencia estructural»
Martha Tineo, abogada y coordinadora general de la ONG, detalló que hay «al menos 8 casos de cáncer en estado avanzado con diagnósticos de adenocarcinoma de próstata, cáncer pulmonar microcítico, linfoma no Hodgkin, sarcoma epitelioide, tumores pancreáticos y cerebrales».
Asimismo se han identificado a más de 20 presos con enfermedades cardíacas como síndromes coronarios agudos, insuficiencia cardíaca congestiva, arritmias severas, hipertensión crónica, además de otras enfermedades como diabetes e insuficiencia renal crónica.
«Algunos presentan daño renal irreversible o infecciones urinarias persistentes, al punto de necesitar permanentemente sondas urinarias, pero no se las reciben o no tienen recursos para adquirirlas», señaló Tineo.
Con información de Efecto Cocuyo
La ONG denunció en un mensaje en X la «negación sistemática de atención médica, el incumplimiento de tratamientos y la exposición a condiciones insalubres» en cárceles venezolanas, lo que constituye, subrayó, una «violación directa al derecho a la vida y a la integridad personal».
También alertó que el «deterioro físico progresivo» de los detenidos «no es un efecto colateral, sino una forma de violencia estructural».
«Cuando el Estado convierte la enfermedad en castigo, y la negligencia en método, se configura un escenario de tortura silenciosa que exige una respuesta urgente desde los organismos nacionales e internacionales de derechos humanos», manifestó la organización no gubernamental.
JEP contabiliza en Venezuela 1.084 presos políticos, una cifra mayor a la del Foro Penal, que lidera la defensa de los detenidos por razones políticas y los cifra en 893.
El Gobierno y la Fiscalía, por su parte, aseguran que no hay personas arrestadas por estos motivos, sino que -insisten- cometieron diversos delitos.











