(Redacción de David Gallardo) Desde hace seis meses que Iván Márquez se mantiene relevante entre las noticias que los medios de comunicación en Colombia emiten a diario, pero no por sus actividades guerrilleras o su retroceso en los tratados de paz, sino por su desaparición luego de un presunto ataque que tendría, lo cual lo obligó a cruzar la frontera y quedarse en el territorio de Venezuela.
Márquez tiene años siendo una figura relevante entre las filas guerrilleras de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), de hecho fue clave del proceso de paz que se dio a lugar en el 2016, sin embargo desde su perspectiva, se sintió “engañado al momento de que la organización entregara las armas”, por lo cual declinó y fundó su propia célula guerrillera llamada “Segunda Marquetalia’
Durante el final del primer semestre del 2022, Iván Márquez habría conseguido la muerte en la clandestinidad a manos de un grupo de élite colombiano llamado Lobo, quienes se especializan en el cobro de recompensas, la cual en este caso tenía, por parte de la DEA, 10 millones de dólares por su cabeza.
El ataque
El primer paso del gobierno de Colombia fue corroborar que tan cierta era la muerte de Márquez, sin embargo la postura siempre fue la misma desde el principio: hasta que no se encuentre el cadáver, no se dará por confirmada la muerte del guerrillero.
Márquez nuevamente representaba un problema para la sociedad en Colombia, luego que las disidencias de las FARC se reunieran a su alrededor y tomarán el nuevo nombre de “Segunda Marquetalia’, un grupo guerrillero que rápidamente se relacionó con el narcotráfico.
El campamento de Márquez se encontraba demasiado cerca de la frontera, ubicado específicamente en una zona rural de Caicara del Orinoco, estado de Bolívar, a 198 kilómetros de la frontera con Colombia por Puerto Carreño, Vichada. La hipótesis más cercana sobre su ataque indica que le enviaron una caja, con una botella de licor, que tenía un mecanismo explosivo que se activó cuando el guerrillero la abrió.
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Fuentes indican que dicho ataque fue planificado por su enemigo, ‘Iván Mordisco’, jefe de otro grupo de disidencias en Colombia.
Con respecto a su ataque dentro de su campamento establecido en Venezuela y su desaparición, analistas establecen una similitud con las muertes de sus excompañeros: Jesús Santrich, Romaña o El Paisa, quienes fueron emboscados en los alrededores de sus respectivos campamentos en los que se escondían. Ni el gobierno de Colombia o el régimen de Nicolás Maduro entregaron una explicación sobre dichos asesinatos, tomando en consideración que la frontera es una puerta abierta para los guerrilleros, narcotraficantes y terroristas por el lado venezolano.
La “buena salud” de Iván Márquez
La fuerte explosión que tuvo lugar en el campamento de Iván Márquez provocó un golpe en la cabeza que dejó al guerrillero por varios días en coma, además de perder varios dedos de una de sus manos.
A menos de un mes desde el momento de ataque contra el guerrillero, Segunda Marquetalia hizo público a través de un vídeo que su jefe estaba vivo y que había sido víctima de un ataque terrorista.
Según informantes, luego del ataque, uno de los sobrevivientes habría pedido apoyo al Ejército de Liberación Nacional (ELN), grupo guerrillero que se comunicó con el régimen de Nicolás Maduro para solicitar ayuda y así prestar atención médica para salvar la vida de Iván Márquez.
Márquez habría sido trasladado a un centro médico en Caracas, donde se trató de estabilizar dentro de su estado de coma.
La información que se tiene sobre su recuperación es que luego de un par de meses, ha mejorado su movilidad y que ha abandonado el centro médico en Caracas para trasladarse a un punto secreto cerca de la frontera.
¿Oculto o refugiado en la frontera venezolana?
Expertos comentan que un regreso de Iván Márquez a la palestra pública colombiana podría ser un catalizador sobre las guerras entre las disidencias guerrilleras o ser una invitación a la paz, pero todo depende de su posición.
No obstante, existe un nuevo grupo guerrillero que está abarcando no solo territorio, sino poder dentro de la clandestinidad en Colombia, mientras que capitaliza la criminalidad en Venezuela: El Ejército de Liberación Nacional (ELN).
¿Qué tan influyente será Iván Márquez ahora que Gustavo Petro es presidente de Colombia y su preocupación más grande es negociar la paz con el ELN, quien cruza la frontera de su país hermano para sentarse en una mesa de negociación que no especifica bien si ese acuerdo es sobre verdadera paz o un silencio cómplice de una red de terroristas que se apoya en el narcotráfico y en el secuestro para mantenerse de pie?
Mientras que el ELN se enriquece a través de sus crímenes en Venezuela, Iván Márquez se mantiene oculto en un punto estratégico en el territorio venezolano, seguramente recuperándose y planificando su siguiente paso en un ambiente político que es bastante amigable para él, pero no le garantiza poder o la misma relevancia que tenía antes como representante de la FARC. Lo único que queda seguro es su recompensa por parte de la DEA.