(Fuente: Voz de América / Alberto News) Un reportaje del medio periodístico Voz de América ha señalado que los venezolanos necesitan cubrir un presupuesto entre 800 a 3 mil dólares para vivir cómodamente en Caracas, capital de Venezuela.
Este espectro económico va variando gracias al grupo familiar y gastos como alquiler o pago de otros servicios privados.
800 dólares es igual una cifra muy elevada que solo una pequeña parte de lap oblación venezolana gana al mes.
“En mi caso, necesitaría 2.000 dólares”, dice César Aellos, de 57 años, que vive solo.
A ellos no tiene sueldo fijo. Es abogado de libre ejercicio y señala que hay meses donde no gana nada.
“Tienes que estipular un alquiler entre 400 y 600 dólares si vives solo y sin muchachos, 400 o 500 dólares en mercado, viviendo solo, después, el vehículo, diversión, y ahí se te va el dinero”, desglosa.
Con información de Voz de América
“Entre 1.500 y 2.000 dólares”, sigue Carlos Rico mientras saca sus matemáticas. “Un alquiler normal está en 500, 600 dólares. 300, 400 dólares de comida. Si tienes hijos además tienes que agregar el colegio, lo que es el transporte. Evidentemente no hay ahorro”, afirma este hombre que es maderero.
Amarylis Gómez, de 61 años, tiene un ingreso mensual promedio de 300 dólares entre ayuda familiar y la pensión que recibe por vejez.
Pero no duda en afirmar que se necesitan “más de 3.000 dólares” para vivir “bien”. “No solo estoy incluyendo gastos de comida, también gastos de médicos, salud, dentista…”, agrega. Vive con una anciana de 90 años.
“Para vivir bien, bien… como 800 dólares”, responde tras una pausa Deyfer Fernández, de 41, que es secretaria en un ministerio y gana 4 dólares mensuales.
Fernández “sobrevive” de la venta de tortas y de trabajos ocasionales. Tiene vivienda propia y junto a su esposo mantiene a sus dos hijos.
“Tenemos que sacar (dinero) de donde no tenemos”, señala esta mujer que se mantiene en la administración pública a la espera de la jubilación.
“¿Cómo 100 dólares semanales”, dice María López, que es empleada pública. “Para poder comprar lo que se pueda necesitar en un hogar (…) la comida”.
En los últimos años, Venezuela ha sido golpeada por una inflación crónica y por la constante depreciación del bolívar, la moneda local, que ha sido desplazada por una dolarización informal presente en la mayoría de las transacciones comerciales.
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El salario lejos de los números
El salario mínimo oficial en el sector público, con una nómina de unos 5,5 millones de trabajadores, es de 130 bolívares mensuales. La cifra equivale apenas a 3,5 dólares al mes. Un kilo de pollo, por ejemplo, cuesta hoy 3,88 dólares.
Los trabajadores también reciben una bonificación de alimentación de 40 dólares. A esto se le suma el denominado “Bono de Guerra Económica”, de 90 dólares.
Ninguna de las bonificaciones tienen incidencia en el cálculo de beneficios o prestaciones sociales.
La remuneración promedio en el sector comercio y servicios de Caracas se ubica en 210 dólares mensuales, según la última medición del independiente Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF).
Los bajos salarios tanto en la empresa pública como en la privada contrastan con el costo de los alimentos y servicios básicos.
Según el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación venezolana de Maestros (Cendas-FVM), una familia conformada por cinco personas necesita 1.200 dólares al mes para comida, transporte, educación y servicios públicos.
Solo la canasta alimentaria de 60 productos básicos se ubica en 554,26 dólares.
El economista y profesor universitario Daniel Cadenas sostiene que para sortear los bajos salarios y el alto costo de la vida muchas familias dependen de remesas y otras actividades que generen ingresos extras.
Y “eso no solamente está pasando en el sector público, está pasando en el sector privado, o sea, realizar varias actividades que generen ingresos (…) y lo que se hace es ajustar lo que se compra y lo que se consume, porque simplemente ni siquiera con remesas o haciendo varios trabajos se puede completar”, afirma el experto.
Tras años de un colapso económico y una elevada inflación que llevó a unas 7 millones de personas a abandonar Venezuela, hubo una leve recuperación económica, pero que no redujo el número de pobres.
La encuesta nacional de Condiciones de Vida (Encovi), publicada en marzo por la privada Universidad Católica Andrés Bello, mostró que 51,9% de la población seguía en pobreza el año pasado.
El gobierno responsabiliza constantemente a las sanciones internacionales de la pérdida del poder de compra del salario.
El presidente Nicolás Maduro, que busca la reelección el próximo 28 de julio, ha dicho que prevé que el país cierre 2024 con la inflación más baja de la última década.