Que persona en el mundo no aumenta sus niveles de estrés con un apagón eléctrico o con una escasez de algo vital como la gasolina. Hasta el alma más cuerda se perdería en esa agonía constante y que ya suma en Venezuela unos años.
En Venezuela lo que es sencillo para otros, aquí es una tarea casi como la de Odiseo, surtir gasolina por ejemplo es una actividad de horas y a veces de días, y ni hablar de tomar una relajante ducha para bajar el estrés después de una larga faena, hay zonas que solo reciben agua por cisternas o deben transportarla en potes durante kilómetros. Y cuando hay apagón eléctrico la cosa se complica aún más. Recientemente la fundación rehabilitarte en Maracaibo dio a conocer su reciente informe, cómo está la salud mental en el Zulia se tituló, para usar términos académicos, salimos aplazados con menos cero en la boleta, en especial los adolescentes.
Cifras del Estudio
Víctor Coronado, psicólogo quien fue uno de los investigadores aseguró que 7 de cada 10 menores de edad presentan malestar psicológico y el 2% de esa cifra es de severidad elevada.
El estudio se hizo en los 5 municipios con mayor población y se encuestaron más de 1700 personas como base para la muestra, seis de cada 10 habitantes del estado Zulia en el occidente de Venezuela presenta malestar psicológico en mayor o menor medida. Aunque analizar por parroquia, municipio y ciudad se hace complejo debido a que muchos factores inciden, los elementos estresores están presentes y vaya que hacen daño.
Estresados, ansiosos y hasta deprimidos: así se vive la crisis
Algunos son daños leves y tratables hasta en casa, otros no. Se hacen presentes la ansiedad, depresión, hostilidad incluso síntomas más crónicos de salud mental como la paranoia y la psicosis
Otro de los problemas, el más grande de ellos quizás, es que no hay instituciones públicas para atender casos de estrés mental en ciudadanos, de ninguna edad. A quienes carecen de posibilidades económicas, les toca resolver.
Medicinas Caras y Escasas
Hay otro problema, enfermar en Venezuela es un estrés que causa más ansiedad hasta que la patología que se pueda padecer, comprar medicinas abre un debate familiar importante, a veces comer es la prioridad, es que hay venezolanos que cobran menos de 5 dólares al mes como sueldo mínimo. Hay medicamentos que pueden costar hasta 40 dólares. El otro elemento estresor, que hace estremecer de miedo a cualquiera, la inflación.
En ocasiones hay personas que tienen dinero para satisfacer sus necesidades, una estadística muy baja de familias puede, pero las hay, reciben ayuda de parientes del exterior y pueden comprar, pero a veces eso tampoco es garantía alguna, en el estudio se evidenció cómo afecta el desabastecimiento.
En Venezuela no hay estadísticas de nada, algunas fundaciones se atreven a hacer conteos basados en casos que manejan de pacientes y familiares, datos de mortalidad infantil y materna, desnutrición prenatal no existen, el gobierno no otorga cifras desde hace casi una década, en relación a la salud mental es igual, y ni hablar de las muertes a consecuencia del deterioro de la salud psicológica del venezolano, no existen, solo en las redes sociales se conocen los casos de suicidio y ansiedad que desencadenan comportamientos violentos y hasta criminales, de nada hay datos.
¿Y Los Pacientes Crónicos?
Pero qué pasa con las personas con patologías severas que están sometidas a la crisis actual causada por la revolución socialista, aunque parezca mentira, algunas suelen ser calmadas al momento de encarar las calamidades como los apagones. José Luis Tello es un enfermo renal desde hace 4 años y le ha tocado ver de todo, y a pesar de todo actúa con calma, inclusive en la muerte.
Toca moverse constantemente, no hay tiempo de pensar en la calamidad, a lo mejor por eso lo lleva con cierta serenidad, pero no todos son como él. Le ha tocado hasta pedir favores para conseguir algo de gasolina para su carro.
A medida que la crisis se hace mayor, también aumentan los niveles de ansiedad de aquellos que buscan cómo pueden vivir tranquilamente y en paz ya sea dentro de Venezuela o fuera de ella, ya más de 7 millones decidieron salir del país. Hasta Colombia dejó de ser una opción con la llegada de Petro a la presidencia.