Como si no fuera suficiente con la detención de decenas de niños y adolescentes en el contexto postelectoral, el régimen de Nicolás Maduro los ha torturado durante más de 4 meses en los calabozos de cárceles comunes, donde conviven con prisioneros comunes por delitos como homicidio y violación. Así lo denuncian familiares de las víctimas de la represión quienes afirman que los cuerpos de seguridad los torturan para que confiesen haber sido pagados por la oposición liderada por María Corina Machado para generar violencia en las calles tras el anuncio de resultados electorales.
“A mi hijo me le metieron corriente en los testículos, lo golpearon con las cachas de las armas y le rompieron las costillas, le dieron golpes en la cara, tiene hematomas en el rostro” relata Evelyn Torres, madre de uno de los jóvenes detenidos, quien denunció que su hijo ahora sufre de escoliosis producto de las golpizas recibidas en prisión por parte de los funcionarios que ordenaron modificar el informe médico forense para que no detallara las lesiones generadas.
Las torturas que sufren estos jóvenes no solo es a través de violencia física sino también psicológica, con métodos de inteligencia policial utilizados para coaccionarlos y quebrarlos moralmente, impidiéndoles el derecho a la alimentación e hidratación según relatan sus familiares, que continúan en el calvario de no saber cuándo serán liberados o si los volverán a ver con vida: “A veces nos permiten pasarles 1 kilo de ‘chuchería’ pero los custodios les sacan a las bolsas, y 5 litros de agua para quince días…” afirmó Evelyn Torres, cuyo hijo se encuentra en la cárcel de Tocuyito, ubicada en el estado Carabobo.
Ver más: Monómeros, una venta que solo interesa al régimen de Nicolás Maduro
“A veces sueña que sigue en la cárcel”: Los traumas de los excarcelados producto de las torturas recibidas
Las torturas con corriente, golpes con objetos contundentes y ‘psicoterror’, ha generado consecuencias en la conducta en los jóvenes que ya han sido excarcelados, según relatan sus familiares que afirman estar en búsqueda de profesionales de salud mental para ayudarlos a superar los traumas por las torturas recibidas.
“Siento que está consternado, al respecto no ha dicho mucho, no lo hemos forzado porque entiendo que está en un proceso de reinicio…Pero, si me ha comentado que a veces se desierta porque está soñando que está aún en la cárcel” indicó Francisco García, padre de uno de los pocos jóvenes excarcelados por el régimen.
Los familiares de los jóvenes torturados sostienen que éstas empezaron incluso durante el proceso de la captura en los días 29 y 30 de julio; en los que afirman haber escuchado como los cuerpos policiales decían haber recibido órdenes de entregar un número de detenidos sin importar la procedencia o la presunción de inocencia, por lo que muchos, fueron sacados de su hogar sin haber estado participando en manifestación alguna.
“Fue sacado de mi casa casi desnudo, descalzo, él estaba en la casa tranquilo jugando en su computadora, al igual que yo que me encontraba descansando, cuando se metieron a la casa sin orden judicial” denunció Yelitza Vergara, madre de otro de los tantos adolescentes detenidos en la cárcel de Yare III ubicada en el estado Miranda, a pesar de vivir junto a su hijo en el estado Portuguesa, un largo camino que se convierte en un calvario para intentar visitarlo en prisión.
Mientras tanto, se agota la paciencia de la Corte Penal Internacional
El fiscal de la Corte Penal Internacional Karim Khan, pidió recientemente al régimen de Nicolás Maduro liberar a menores y civiles detenidos por motivos políticos: “Después de las elecciones de este año, insistí en mis comunicaciones con Venezuela y en declaraciones públicas sobre la necesidad de proteger los derechos de los civiles, incluidos los niños, que deben ser liberados si están detenidos por motivos políticos o cualquiera que estuviera protestando pacíficamente”, dijo Khan esta semana en su discurso de la reunión anual de países miembros de la CPI.
Khan también subrayó que las investigaciones independientes de la CPI siguen activas y que la falta de acción por parte de Venezuela pone en riesgo la posibilidad de avanzar en el principio de complementariedad: “No he visto la implementación concreta de leyes y prácticas en Venezuela que había esperado. La pelota está en el lado de Venezuela. La ruta de la complementariedad se está agotando”.
Importante recordar que el fiscal general del régimen, Tarek William Saab, afirmó a la prensa en el mes de noviembre que en Venezuela no había niños detenidos tras las protestas postelectorales, pero reconoció que los menores tras las rejas son “unos pocos” adolescentes cuyas edades oscilan entre los 16 y 17 años.
