Héctor Rodríguez nuevo ministro de educación del régimen venezolano, invitó a los maestros jubilados a regresar a las aulas de clases a poco más de una semana del inicio del año escolar, una medida que busca cubrir una gran cantidad de vacantes en el sector público a causa del desmantelamiento de la estructura salarial y la migración masiva del sector docente.
Un maestro de escuela pública gana en este momento un aproximado de 25 dólares mensuales, cuando hace más de 10 años los sueldos superaban los $400, y ya para entonces se hablaba de maestros mal remunerados, sin embargo, en la actualidad el régimen les otorga algunos bonos adicionales que puede llevar sus ingresos a $150 o más, siendo este el problema para que los docentes jubilados vuelvan a las aulas.
Sin ajuste de sueldos NO habrá retorno
A pesar que en una resolución firmada por el ministro se garantiza que los profesores que vuelvan a las aulas gozarán de sus beneficios como si fueran trabajadores activos, este sector sigue renuente a volver a las aulas bajo las actuales condiciones que van más allá de un sueldo digno.
“Cómo voy a ir a trabajar si sufro de la atención, tengo problemas de artritis y se supone que yo cumplí mi tiempo regular establecido en la ley que me lo permite jubilarme e irme tranquila y no lo puedo hacer» indicó para Dossier Venezuela la profesora María Teresa Clemente jubilada con más de 40 años de servicio a la educación del país.
Desde la Federación Venezolana de Maestros sostienen que la deserción de las aulas de clases ha sido constante y sostenida durante los últimos años, con muy pocas probabilidades de un retorno incluso de aquellos que siguen en edad laboral, mientras no se ajusten los sueldos que exigen deben superar los $500 mensuales o su equivalente a la canasta alimentaria.
«Hay un 40% de ausencia de maestros, unos que abandonaron el país, otros que se quedaron pero que están en otros oficios que les permita vivir con dignidad» indicó Carmen Teresa Márquez, presidenta de la FVM desde donde aseguran que existe una migración interna en el sector educativo, con maestros y alumnos que ahora hacen vida en escuelas privadas a en busca de mayor calidad de educación.
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El régimen chantajea a la intelectualidad del país
Ante la falta de docentes en las escuelas públicas que ha llevado al régimen a establecer un horario mosaico para los profesionales de la educación, y así puedan diversificar sus ingresos con otros trabajos o emprendimientos, el recién designado ministro de este sector ha ofrecido una política de hábitat y vivienda para los maestros del país en “compensación” por la vocación de quienes aún se mantienen en las aulas con salarios de hambre
“Sí ministro, tenemos tan buenos maestros que van a dar clases hasta con zapatos rotos, maestros tan buenos que van a las aulas sin haber desayunado y sin comida en la nevera para su familia, tan buenos que van hasta las instituciones sin dinero para el transporte” denunció la profesora Carmen Teresa Márquez rechazando esta oferta engañosa del régimen que no es capaz de ajustar los sueldos y pretende construir más viviendas.