(Fuente: RunRun.es) El infierno que viven los detenidos poselectorales en la cárcel Tocuyito no solo es exclusivo para ellos, sus familiares tienen su porción en un ambiente donde la persecución ya ni siquiera tiene rostro, porque los custodios ahora se mantienen encapuchados, armados y con apodos que incrementan la zozobra de ambos lados de los barrotes carcelarios.

“Mira lo que estás haciendo vivir a tu mamá, cuando llegue va a ser desnudada, humillada y la van a ultrajar por tu culpa, porque eres un terrorista y si te portas mal va a ser peor”, esta es una de las tantas frases que tienen que escuchar los detenidos en Tocuyito.

Este es el ambiente que deben vivir por estar o no relacionados a las protestas que se desarrollaron luego de la elección presidencial del 28 de julio.

A algunos se les ven apodos en sus uniformes como “proctor, cáncer, libra y serpient”.  Les informan que si incumplen las normas no podrán volver a visitarlos, mientras les toman los datos.

El proceso de ingreso para las mujeres al visitar este centro penitenciario consta de la revisión parcial de su ropa, al quitarse la franela, bajarse los pantalones hasta las rodillas y dejar que se revise su cabello, luego deben pasar por un detector de metales, todo esto con el acompañamiento de encapuchados.

Con información de RunRun.es

Seguidamente eran llevados a un salón donde están al menos 20 mesones, en cada uno encontraban a su familiar sentado, con sus manos sobre la mesa y amarradas con un precinto de plástico. Los separa una distancia de metro y medio, mientras que las mujeres debían tener sus manos sobre sus piernas durante los 40 minutos que duraba la visita en la cárcel.

Detrás del detenido se encontraba un custodio encapuchado, de igual forma detrás del familiar. No existe privacidad, no pueden hablar mucho porque los custodios están pendientes de lo que dicen o lo que preguntan, según relataron familiares al Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).

Ver más: Utopix denuncia que Venezuela registró 108 femicidios en los primeros siete meses de 2024

Hambre y abandono en la cárcel Tocuyito

Para muchos familiares no fue necesario una palabra, tan solo ver su estado físico de los detenidos se daban cuenta de que no la están pasando bien en la cárcel. Entre 10 y 15 kilos han rebajado algunos. Narraron que los alimentos que les proporcionan están descompuestos, venían supuestamente con gusanos y cabellos, además que el agua no es apta para consumo humano.

Familiares expresaron que se sienten atemorizadas por la forma como fueron recibidas por los custodios y aseguran que las condiciones de reclusión son precarias e inhumanas, además les preocupa su salud mental de los detenidos, porque no están siendo tratados como es debido.

Existen detenidos con trastornos mentales o con condiciones médicas que no están siendo atendidos por médicos especialistas, así como tampoco se les están cumpliendo los tratamientos. Otros que se han enfermado dentro del penal y, aunque les han mandado los medicamentos que piden, no se los hacen llegar.

Familiares denunciaron que cada uno de los detenidos tienen asignados defensores públicos en tribunales de Caracas, pero no hay comunicación con ellos. Tampoco les permiten tener abogados de confianza, por lo que se encuentran totalmente desinformados y desasistidos.