(Fuente: BBC Mundo) A pesar de su inhabilitación administrativa y la persecución política que sufre, la líder de la oposición María Corina Machado recorre todo el territorio de Venezuela para promover el voto a favor de Edmundo González Urrutia, el candidato de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) y levantar los ánimos y esperanzas de los venezolanos sobre la posibilidad de una transición hacia la democracia.
En contra de cualquier pronostico y obstáculos que se encuentra en el camino, Machado realiza meetings con la ciudadanía venezolana, no importa realmente si pequeños pueblos o ciudades constituidas en los diferentes estados del país.
Estos encuentros con Machado han sido rebasados con una gran asistencia de personas que simpatizan con la líder y buscan organizarse para las presidenciales.
Con información de BBC Mundo
Su puesto tras un acuerdo político entre amplios sectores de la oposición, enfrentada durante años por la disputa de qué camino elegir para derrotar al chavismo, lo ocupa Edmundo González, un exdiplomático poco conocido entre el gran público al que incluso sorprendió que le hayan permitido registrarse.
La dupla Machado-González está tratando de revivir una esperanza electoral en Venezuela para la oposición que llevaba años apagada.
Tras el triunfo en las elecciones parlamentarias de 2015, la oposición se enfrentó a numerosos obstáculos que descarrilaron su intento de convocar un referendo revocatorio contra Maduro.
Eso llevó a un periodo de intensas protestas en las calles y a una desmovilización para las presidenciales de 2018, en las que la oposición mayoritaria decidió no participar al considerar que no había garantías de unas elecciones libres y justas por la inhabilitación de partidos y líderes.
Todo ello en medio de una crisis económica que dura años, que se agravó con las sanciones internacionales y que provocó la emigración de millones de venezolanos.
Tras los comicios de hace seis años, al menos 60 gobiernos desconocieron a Maduro y se inició la formación de un gobierno interino opositor encabezado por Juan Guaidó, que finalmente se disolvió.
Maduro resistió la presión y se mantuvo en el poder. Ahora se aferra a una cierta recuperación económica para defender su gestión ante una oposición a la que acusa de actuar en coordinación con Estados Unidos.
Pese a las dificultades que denuncian por parte del oficialismo, la abstención no es ahora una opción para la oposición.
Y eso a pesar de que Machado, de 56 años, no pueda estar en la papeleta, ni tampoco su sustituta, Corina Yoris, igualmente inhabilitada.
De momento, González sigue en la carrera como gran rival de Maduro y esperanza de la oposición mayoritaria para vencer al chavismo, que controla el gobierno desde 1999, con Hugo Chávez primero y con Maduro desde 2013.
Recorriendo los pueblos
Un voto a González es visto por los opositores como un voto a Machado, una política veterana, dura crítica del gobierno y que en el pasado defendió no apoyar la ruta electoral.
Tras ganar las primarias con un apoyo amplísimo, lleva meses recorriendo pueblos golpeados por años de crisis y buscando generar entusiasmo en la gente que se traduzca en votos a González, de 74 años.
A su paso es engullida por personas que la esperan en cada pueblo que visita.
“Eres tú la oportunidad (…) Tú eres la que nos conmueve”, grita un seguidor que está entre una muchedumbre.
“Por nuestros hijos, por nuestros nietos”, sigue al paso una anciana mientras la mira fijamente durante un mitin en San Sebastián de los Reyes, en el estado de Aragua, en el centro del país.
En Puerto Páez, en Apure, en el oeste del país, un hombre llora al verla llegar.
Cientos intentan agarrarla, besarla, abrazarla.
“Por los que regresamos y no encontramos a nuestras mamás vivas”, clama por micrófono una mujer que asistió a otro acto reciente en Puerto Ayacucho, Amazonas, en el este.
En sus actos, Machado apela a la retórica emocional; habla del reencuentro de la familia, de los migrantes que se marcharon del país por años de crisis y que esperan retornar si hay cambios; y de la esperanza de un futuro.
Pide que voten a González para derrotar a Maduro, algo con lo que la oposición no sueña desde las elecciones de 2013, en las que el actual mandatario ganó por un estrecho margen a Henrique Capriles poco después del fallecimiento de Chávez ese mismo año.
“Vamos a ganar”, grita una y otra vez Machado. Es de noche en San Fernando de Apure.
Las linternas de los celulares son la mejor puesta en escena en tiempos de austeridad, sin grandes tarimas, ni buen audio.
“La gente está esperanzada.Hay una esperanza importante en todo el país en relación con la elección del 28 de julio como mecanismo para lograr el cambio político”, afirma a BBC Mundo Oswaldo Ramírez, de la firma ORC Consultores.
La confianza en Machado, transferida a González, ha generado un “fervor” interesante, insiste.
Los actos en el interior de Venezuela han permitido a Machado llevar el mensaje de que “‘no se trata de una persona, se trata de un sentido de oportunidad, esta es la oportunidad de cambiar la situación’”, señala Pablo Quintero, consultor político de la firma Log Consultancy.
Desde el pasado abril, el chavismo le sigue la pista a Machado y convoca actos de campaña paralelos en el mismo estado que visita la opositora aprovechando también una capacidad de movilización aceitada durante años con su núcleo de fieles.
El diputado Diosdado Cabello, uno de los referentes del chavismo, es de los que más está atacando tanto a Machado, con la que mantiene una tensa disputa desde hace años, como ahora a González.
«Ahora la oposición nos lo quiere vender como un pobre viejito, pero ese señor es un perverso. Nosotros todos vamos a llegar a viejo pero nunca con la maldad, la perversión, de ese señor que es parte de un plan perverso para seguir haciendo daño a nuestro pueblo», dijo Cabello recientemente.
Hay sondeos que coinciden en que González ha capitalizado buena parte de la intención de voto de Machado.
El estudio más reciente de la firma ORC Consultores arrojó que el 50,74% de los venezolanos votaría por González, frente a 13,70% que dijo que lo haría por Maduro.
Entre el oficialismo hay encuestas que dicen que el 52,5% de los venezolanos cree que los comicios los ganará el actual presidente.
«Esos 52,5 que están ahí tenemos que llevarlos pa’arriba, a 60, a crecer y consolidar la ventaja que tenemos en este momento. La mejor encuesta para mí y para nuestro comandante Chávez siempre fue el pueblo en la calle, movilizado y empoderado», dijo recientemente Maduro, que achaca los problemas del país a las sanciones internacionales e identifica a la oposición con ellas.
Varios colaboradores cercanos a Machado han sido detenidos desde enero y seis de ellos, sobre quienes pesan órdenes de arresto acusados de actos de conspiración contra el gobierno, se encuentran asilados en la embajada de Argentina en Caracas.
Aún con todo, el analista Quintero, quien considera que el actual proceso electoral no tiene condiciones competitivas, alerta de que el gran reto que se le avecina a la oposición será el 28 de julio.
«De nada sirve tener mucho porcentaje en las encuestas, un buen mensaje y una sensación de victoria, cuando no tienes bien aceitadas las maquinarias de la elección».
«La victoria opositora dependerá de lo que se haga el día de la elección con los testigos electorales, los recursos destinados a la campaña y con la movilización», dice Quintero.
“Es un trabajo de guerra, difícil”, agrega.