El periodista chileno Roberto Cox, corresponsal de Chilevisión, ha denunciado que fue detenido durante seis horas por la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) en un cuartel fronterizo venezolano, tras un incidente ocurrido en el puente internacional Francisco de Paula Santander, que conecta Cúcuta (Colombia) con Ureña (Venezuela).
Coz relató que él y su equipo nunca tuvieron intención de ingresar a Venezuela, puesto que no contaban con la visa correspondiente, no obstante un error en la ruta los llevó hasta el control fronterizo, donde la Guardia Nacional se percató de sus equipos de prensa.
El periodista ha descrito la situación como uno de los momentos más difíciles de sus 20 años de trayectoria.
“Fuimos retenidos durante seis horas por la DGCIM”, relató al regresar a Chile. “Fue una de las peores experiencias de mi vida profesional”.
Con información de Monitoreamos
Según su testimonio, fueron trasladados a un cuartel donde inicialmente pudo enviar mensajes y compartir su ubicación. Minutos después, los agentes confiscaron sus teléfonos, los pusieron en modo avión y exigieron las claves de acceso.
Durante cerca de cinco horas, Cox y su equipo permanecieron incomunicados, mientras dos funcionarios revisaban sus conversaciones de WhatsApp y galerías de fotos.
Interrogatorios, registros y un video forzado
El periodista detalló que los agentes vaciaron sus mochilas, inspeccionaron cada equipo técnico y los interrogaron sobre la función de cada aparato utilizado para sus despachos.
“El silencio de los agentes aumentaba la incertidumbre”, relató. “Deducí que buscaban pruebas que apuntaran a una eventual labor de espionaje”.
Cox afirmó que fueron fotografiados “como presos” y obligados a grabar un video declarando que no habían sido golpeados ni despojados de pertenencias.
Finalmente, les hicieron firmar un documento de expulsión y los devolvieron a territorio colombiano.
El periodista describió las seis horas de retención como “eternas” y aseguró que sintió que su libertad pendía de un hilo.
“Una delgada línea separa la libertad de una larga estadía en una celda venezolana”, afirmó.











