(Fuente: Alberto News) Los seis dirigentes de la organización Plataforma Unitaria Democrática (PUD) que se encuentran asilados en la embajada de Argentina cumplen 170 días bajo la protección de dicha sede diplomática, teniendo el constante asedio de las autoridades del régimen de Nicolás Maduro en las adyacencias.
A pesar que Brasil asumió la seguridad y administración de la sede, el personal argentino tuvo que retirarse del país bajo las órdenes del régimen madurista. Esto no quiere decir que los asedios y saboteos eléctricos hayas cedido.
Magali Meda, una de las refugiadas y jefa de campaña de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), expresó a través de su cuenta en X el desgaste que han enfrentado durante las últimas horas.
“Agotador! En estas últimas 5 horas patrullas, motos y funcionarios encapuchados rodean la fachada de la embajada”, expresó, al tiempo que denunció la constante vigilancia y presión que sufren desde hace meses.
“Lo que estamos viviendo es un Estado sin control, sin ley, sin orden, ni siquiera en el marco del respeto internacional”, señaló Meda. Advirtió, además, sobre la ausencia de garantías legales y diplomáticas por parte de la dictadura.
Con información de Alberto News
La situación en la embajada argentina se ha intensificado desde agosto, cuando Brasil asumió la custodia de las instalaciones tras la expulsión de la misión diplomática argentina por parte del régimen chavista.
A pesar de ello, los funcionarios del Sebin y de la Dirección de Acciones Estratégicas y Tácticas (DAET) de la Policía Nacional Bolivariana mantienen rodeada la embajada, generando constantes denuncias de violación al derecho internacional y a la Convención sobre Asilo Diplomático.
“Me pregunto, cómo se comportan fuera de estas fronteras, cómo viven sus familias en otros países. Hay un dicho popular: respeta para que te respeten”, cuestionó Meda y pidió que se respeten los derechos fundamentales y las leyes internacionales para todos por igual.
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Los seis asilados, entre los que también se encuentran Pedro Urruchurtu, Omar González y Fernando Martínez Mottola, permanecen bajo un cerco constante de las fuerzas del régimen. Sin embargo, la situación se agrava con el paso de los días, sin señales de solución diplomática ni respeto a las normativas internacionales que deberían protegerlos.
La Plataforma Unitaria Democrática (PUD) y Vente Venezuela, el partido liderado por María Corina Machado, han condenado en repetidas ocasiones el asedio a los opositores, responsabilizando directamente a Nicolás Maduro por lo que califican como una clara violación de los derechos humanos.
Desde la comunidad internacional, voces como las del senador estadounidense Rick Scott también han exigido que se respete la protección de los asilados y han advertido que no garantizar su seguridad representaría una grave violación de los acuerdos diplomáticos.
El Secretario General de la Organización de Estados Americanos se sumó a las voces que rechazaron las acciones represivas de Maduro contra la embajada de Argentina en Caracas.
“Estas amenazas y acciones son completamente contrarias a Derecho y no son aceptables de ninguna forma por la comunidad internacional”, denunció Almagro en su cuenta en X.
El asedio a la sede diplomática ocurre poco después de que la Cancillería de Argentina instara a la Corte Penal Internacional (CPI) a emitir una orden de detención contra Maduro y “otros cabecillas del régimen”, tras los comicios presidenciales del 28 de julio.
En un comunicado, el gobierno de Javier Milei calificó la situación en Venezuela como un agravamiento de la crisis y denunció la comisión de hechos que podrían constituir delitos de lesa humanidad.
“La República Argentina exhorta al fiscal de la Corte Penal Internacional que solicite a la Sala de Cuestiones Preliminares el dictado de órdenes de detención contra Nicolás Maduro y otros cabecillas del régimen”, informó la Cancillería
Por su parte, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, reiteró este viernes que no reconoce el resultado de las elecciones en Venezuela e insistió en que Nicolás Maduro “pruebe” que ganó esos comicios, denunciados como fraudulentos.
“Creo que el comportamiento de Maduro es decepcionante”, declaró Lula en una entrevista con la radio Difusora, en la cual apuntó que “en Brasil se aprendió de democracia con mucho sufrimiento”, aunque aclaró que “cuando la gente es extremista no la acepta”.
“Creo que Maduro, como presidente, debería probar quién fue el elegido del pueblo venezolano, pero él no lo hace”, lamentó Lula.