(Fuente: EFE) El abogado y consultor político Giulio Cellini ha señalado que el acuerdo impuesto por el Consejo Nacional Electoral (CNE) y firmado por ocho candidatos muestra el estado tan delicado en el que se encuentra la institucionalidad en Venezuela.

La idea de este documento fue formulada por el comando de campaña de la dictadura madurista en diversas oportunidades, hasta que Nicolás Maduro ratificó que estaba listo para que el CNE lo cite para firmar dicho acuerdo.

«De 30 elecciones hemos ganado 28, por eso yo estoy de acuerdo con la propuesta (…) de que todos los candidatos firmemos un acuerdo para reconocer el boletín electoral que lea el CNE en la noche del 28 de julio, diciendo los resultados y que nadie se vaya a inventar, a pegar gritos de fraude», dijo recientemente el mandatario.

Con información de EFE

Hasta el momento, el ente electoral no se ha pronunciado sobre la convocatoria a los candidatos para firmar un acuerdo, aunque el aspirante Luis Eduardo Martínez anunció que iría este jueves.

Ante la propuesta, Cellini dijo a EFE que es «inaudito» tener que firmar un documento para respetar los resultados de la votación, a la vez que manifestó la importancia de cumplir y retomar el Acuerdo de Barbados, suscrito en octubre por el Gobierno y la oposición agrupada en la Plataforma Unitaria Democrática (PUD).

«Eso da cuenta de la gravedad de la situación institucional en Venezuela, que haya que proponer, venga de quien venga la propuesta, un acuerdo para el reconocimiento del resultado, esa es la primera particularidad, por no decir locura, de nuestro entorno», señaló.

Retomar el Acuerdo de Barbados

Cellini señaló que, más que preparar un nuevo acuerdo, lo que deben hacer los actores políticos de Venezuela es retomar el acuerdo ya firmado, al considerar que es un instrumento «importante», con respaldo de la comunidad internacional, que compromete a las partes a otorgar y respetar garantías electorales.

En octubre pasado, el Gobierno de Maduro y la PUD firmaron un acuerdo en Barbados sobre las garantías para las elecciones presidenciales del próximo 28 de julio, que contemplaba, entre otros asuntos, amplia observación internacional.

Cellini explicó que este acuerdo debía ser desarrollado por ambas partes e, incluso, instalar una comisión que siguiera el cumplimiento del mismo pero que, hasta el momento, no ha sido posible conformarla.

Igualmente, sostuvo que, aunque el Acuerdo de Barbados fue firmado por la Administración de Maduro y la PUD, este da garantías para todos aquellos partidos políticos y demás candidatos fuera de estos dos grandes bloques.

«No es solo para un grupo de la oposición, es para todo el país (…) los beneficiarios de ese acuerdo es toda la dinámica política nacional, pero también lo es, la ciudadanía», agregó.

Entre las críticas y la aceptación

Maduro, quien busca su tercer mandato consecutivo, dice estar dispuesto a firmar un acuerdo, mientras el resto de los nueve candidatos debaten sobre la pertinencia o no de un documento que de respaldo a los resultados electorales.

Igualmente, el partido Movimiento al Socialismo (MAS), que apoya al candidato de la PUD, Edmundo González Urrutia, ha planteado la necesidad de un convenio, que puede ser promovido por el CNE, con mayoría de rectores chavistas, entre ellos, su presidente, Elvis Amoroso.

Por su parte, el candidato opositor Antonio Ecarri dijo estar dispuesto a firmar un acuerdo, siempre y cuando se celebre primero un debate entre los aspirantes presidenciales, una propuesta a la que el oficialismo no respondió.

José Brito, otro de los candidatos que se dice opositor, considera que en «un país normal» no habría necesidad de firmar acuerdos de reconocimiento de los resultados electorales.

Entretanto, González Urrutia criticó la idea del mandatario venezolano, por considerar que ya ha violado lo firmado en el Acuerdo de Barbados.

«¿Firmar un acuerdo para qué?, el primero que ha violado los acuerdos que firma es el Gobierno, ahí tenemos los acuerdos de Barbados que se han quedado en letra muerta», dijo ante periodistas el exembajador.