(Fuente: El País de España / Alberto News) El asilo político del presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia, no ha paralizado las negociaciones para convencer a Nicolás Maduro de que su mejor opción es abandonar el poder.

Existe un consenso dentro de la Comunidad Internacional sobre la derrota de Nicolás Maduro en las urnas el pasado 28 de julio, por lo cual los gobiernos de izquierda de América Latina y Estados Unidos están trabajando para que el madurismo se siente en una mesa de diálogo y reconozca la evidencia.

Estas fuerzas políticas no contaban con que González Urrutia, sin embargo esto no ha frenado las conversaciones que deben conseguir un concilio antes del 19 de enero, fecha en la que el nuevo presidente electo debería tomar posesión.

La líder de la oposición, María Corina Machado, habría entendido los motivos del asilo político, sin embargo no le pareció algo bueno para la causa, creía que se abriría una grieta en la estrategia que habían diseñados juntos.

En un intento de mantener el ánimo de la población activo, María Corina Machado señaló que González Urrutia volvería para tomar posesión como presidente.

Con información de El País de España

Errores del pasado

En privado, los opositores reconocen que esto supone un contratiempo que les obliga a replantearse las cosas, pero son optimistas. Después de muchos años sin norte, la oposición, aglutinada alrededor de Machado, ha demostrado haber aprendido de los errores del pasado y haber desarrollado habilidades especiales en un contexto político tan complejo como el que ha creado el chavismo. Por ejemplo, el que Machado cediese todo su capital político a un señor desconocido como Edmundo González funcionó, a la vista está. “Superaremos esto”, dicen los cuadros de Machado.

Ver más: Señalan que Edmundo González Urrutia no podría hablar con la prensa hasta dialogar con Pedro Sánchez

En la salida de González intervino el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero. El presidente Pedro Sánchez estaba enterado y había dado su respaldo. El chavismo recibió la propuesta y puso a negociar a los hermanos Rodríguez, Delcy y Jorge, los operadores políticos de más confianza de Maduro, según fuentes del oficialismo. González no aceptó firmar que reconocía el fallo del Tribunal Superior de Justicia que otorgaba la victoria al chavismo, eso hubiera sido claudicar. El fiscal que tenía abiertas las causas al opositor, Tarek William Saab, estuvo al tanto de todas las conversaciones en esas horas. “Se vienen más sorpresas de ese abandono”, dice Willam Saab de manera críptica por mensaje cuando se le pregunta por el tema.

Una vez que se dio a conocer la marcha de Edmundo González, el chavismo empezó a mover por WhatsApp un mensaje con el que se pretendía levantar el ánimo de los suyos: “Se viene la serie de La leyenda de la revolución venezolana que derrotó al imperio más poderoso de la tierra”.

Cuarenta días después de las elecciones, la moral está baja en el entorno de Maduro, según fuentes conocedoras de su círculo más íntimo. Ha hecho mella el descrédito internacional del chavismo y el convencimiento casi absoluto de países afines y no afines de que el dúo María Corina Machado-Edmundo González ganó las elecciones, y con bastante diferencia.

Maduro, según estas mismas fuentes, se niega a reconocer esta realidad que, por contra, sí comienzan a percibir sus consejeros más cercanos. El segundo círculo de poder chavista -el que conforman ministros, gobernadores, alcaldes, dirigentes del PSUV, el partido oficial- no es ciego a lo ocurrido, pero sostienen que hacerse a un lado sería “traicionar la revolución bolivariana”. Ninguno se ha desmarcado en público del relato oficial: que Maduro fue el vencedor, aunque pocos lo creen de forma literal.

Evitar un mártir

Llegados a este punto, los que consensuaron con González su salida no lo plantean como una claudicación ni una prebenda al chavismo, sino como una forma de proteger a un hombre que no tiene vocación de poder, a diferencia de Machado, ni tiene por qué convertirse en un mártir de la causa. Además, se quiso evitar “un baño de sangre” que pudiera haberse desatado con su arresto y su encarcelación, de acuerdo a esa visión.

“No es una interrupción de la negociación, quedan muchos meses, mucho tiempo”, sostienen partes implicadas en las conversaciones. En el entorno de Petro tampoco creen que este sea el final ni una manera de dar todo por acabado. ¿Sigue en pie el frente común de Brasil, Colombia y México que negocia con el chavismo una salida a esta crisis? “Por supuesto”, responden en Bogotá.

La estrategia debe cambiar. En cualquier caso, hasta ahora no había sido muy productiva: Maduro le ha cancelado reuniones a Petro y a los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y México, Andrés Manuel López Obrador. Aunque estos países aliados -en los tres gobierna la izquierda – deben replantear su acercamiento a la crisis.

En un primer momento, como reveló EL PAÍS, estos presidentes pensaron en apartar de la negociación a Machado -un movimiento de altísimo riesgo- y sentar en la mesa a González y Maduro, cara a cara. La jugada tenía algo de astucia. El chavismo siente pavor por Machado, a la que no se cita por su nombre en reuniones, se le dice La innombrable. Pero eso tampoco funcionó y ahora todo ha cambiado de golpe. El que está fuera de ese diálogo ahora es González, al menos de manera presencial. Machado sigue en Venezuela, representa a casi toda la oposición y, según dice, quiere llegar a enero con la posibilidad de un cambio. Las negociaciones, mientras tanto, continúan.