(Fuente: New York Times) Una investigación del medio estadounidense denunció que la industria del petróleo en Venezuela, clave del desarrollo del país hasta la década de los 80, está ocasionando daños severos a los venezolanos y al medio ambiente.
New York Times asegura que la mala gestión del régimen de Nicolás Maduro y las sanciones impuestas por la Comunidad Internacional han potenciado parte de los efectos perjudiciales sobre la falta de inversión, la desidia y el abandono.
“La decadente industria petrolera de Venezuela causa estragos al medioambiente” es el trabajo periodístico del medio estadounidense que recoge las versiones de habitantes que hablan de “explosivas llamaradas de la quema en antorcha de los pozos petroleros cercanos”, que arrojan un residuo aceitoso e inflamable sobre los sembradíos de cambur y café.
“No hay veneno que pueda combatir el petróleo”, dijo uno de ellos. “Cuando cae, todo se seca”. Una expresión que grafica lo que ocurre en Venezuela.
Con información de New York Times
La quema de antorchas agrava enfermedades respiratorias, dicen médicos, y dejan otro tipo de secuelas: corroen motores y mancha la ropa blanca.
“La compañía petrolera del Estado ha luchado por mantener una producción mínima para exportar a otros países, así como para el consumo interno. Pero para hacerlo, ha sacrificado el mantenimiento básico y se ha apoyado en equipos cada vez más deficientes, lo que ha generado un costo ambiental cada vez mayor, según los activistas ambientales”.
El recuento de la mala gestión del petróleo
En un recuento histórico, la investigación del diario estadounidense recuerda que Hugo Chávez, al asumir el poder en Venezuela, en 1999, prometió acabar la pobreza con los recursos petroleros, pero en 2022 despidió a los trabajadores de la industria que tenían formación para sustituirlos por aliados políticos sin mayor preparación, derrumbando la mayor fuente de ingresos del país.
En 2019, Estados Unidos acusó a Nicolás Maduro, sucesor de Chávez, de “haber cometido fraude electoral e impuso varias sanciones económicas, incluida la prohibición de las importaciones de petróleo venezolano, para intentar sacarlo del poder”, contribuyendo con el colapso económico.
«Las antorchas que arden en diferentes partes de Venezuela también dejan en evidencia el debilitamiento de la industria de combustibles fósiles del país: se expulsa tanto gas a la atmósfera porque no hay suficientes equipos en funcionamiento para convertirlo en combustible, afirmaron los expertos», refiere la investigación periodística
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Organismos internacionales alertaron recientemente sobre el riesgo de los derrames para la población venezolana. Sin embargo, el ministro del Ecosocialismo, Josué Alejandro Lorca, dijo que los derrames petroleros “no son nada del otro mundo porque, históricamente, todas las empresas petroleras lo hacen”, citó el trabajo. Agregó que el gobierno no tenía los recursos para abordar el problema.
Luego del anuncio de Chevron, en 2022, de que reanudaría su trabajo en la producción en Venezuela, la petrolera estatal PDVSA contrató buzos para inspeccionar los oleoductos en el lago de Maracaibo.
Uno de los habitantes consultados en la investigación, dijo que hace 12 años se le murió un hijo, que era buzo, durante la explosión de un ducto submarino que reparaba. “Me cansé de ver la destrucción”, dijo mientras usaba gasolina para tratar de quitar la sustancia aceitosa que se había filtrado en su jardín.