Rafael Tudares, yerno del presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia, continúa siendo víctima de desaparición forzada y violaciones graves a sus derechos fundamentales, tras 109 días de su detención arbitraria a manos del régimen de Nicolás Maduro. Ahora, enfrentará una segunda audiencia clandestina el próximo 19 de mayo, según denunció su esposa, Mariana González, a través de redes sociales.
González denunció que la audiencia se realizará de noche, sin que se le permita a ella ni a ningún familiar presenciar el proceso ni siquiera permanecer en las cercanías de la sala, impidiéndole ver a su esposo y mostrarle respaldo.
“No me permiten presenciarla, tampoco se me permite aguardar afuera de la sala (…) para que sepa que aún estoy aquí, luchando”, manifestó.
Desde su arresto, el 7 de enero, el lugar de reclusión de Tudares nunca ha sido confirmado, pese a que las autoridades aseguran que estaría en el centro penitenciario Rodeo I (SESMAS). No obstante, cada vez que la familia acude a ese recinto, los funcionarios niegan que se encuentre allí.
Acusaciones infundadas y sin acceso a la defensa
Más grave aún, Mariana González reveló que recién esta semana el Ministerio Público presentó una acusación en su contra basada en argumentos que “no constituyen delitos”.
Entre los señalamientos está la absurda acusación de que Tudares sería “representante legal de propiedades” de Edmundo González Urrutia, algo que González desmintió categóricamente, y que en cualquier caso “no constituye delito alguno”. Igualmente, la Fiscalía lo acusa de ser “el yerno” del líder opositor, un argumento que Mariana González calificó de “inhumano” y como parte de un crimen de lesa humanidad.
“En nada se corresponde con la realidad. Pero aun si fuera cierto, no reviste carácter penal”, enfatizó.
Además, la familia no ha tenido acceso al expediente judicial ni ha podido nombrar un abogado de confianza, lo que constituye una violación al derecho a la legítima defensa y al debido proceso.
González recordó que la primera presentación de Tudares ante tribunales se realizó clandestinamente en horas de la noche, sin presencia de un abogado privado ni de un defensor público que garantizara mínimamente su derecho a ser asistido.
“Rafael no tuvo ni un abogado de confianza ni un defensor público en esa audiencia. Se le mantiene en absoluta indefensión”, lamentó Mariana.
Contexto de la detención
La detención de Rafael Tudares ocurrió tres días antes de la fecha en la que, según la oposición y múltiples observadores nacionales e internacionales, debía asumir el poder el presidente legítimamente electo, Edmundo González Urrutia, tras las elecciones de julio de 2024, ampliamente cuestionadas por denuncias de fraude electoral.
Analistas consideran que su detención formó parte de la estrategia del régimen chavista para neutralizar a figuras cercanas a la oposición democrática en un momento clave de transición.
Organismos de derechos humanos y plataformas opositoras han exigido reiteradamente la liberación inmediata de Tudares y de los más de 800 presos políticos que actualmente permanecen privados de libertad en Venezuela.
Rafael Tudares, yerno del presidente electo de Venezuela Edmundo González Urrutia, continúa siendo víctima de desaparición forzada y violaciones graves a sus derechos fundamentales, tras 109 días de su detención arbitraria a manos del régimen de Nicolás Maduro. Ahora, enfrentará una segunda audiencia clandestina el próximo 19 de mayo, según denunció su esposa, Mariana González, a través de redes sociales.
González denunció que la audiencia se realizará de noche, sin que se le permita a ella ni a ningún familiar presenciar el proceso ni siquiera permanecer en las cercanías de la sala, impidiéndole ver a su esposo y mostrarle respaldo.
“No me permiten presenciarla, tampoco se me permite aguardar afuera de la sala (…) para que sepa que aún estoy aquí, luchando”, manifestó.
Desde su arresto, el 7 de enero, el lugar de reclusión de Tudares nunca ha sido confirmado, pese a que las autoridades aseguran que estaría en el centro penitenciario Rodeo I (SESMAS). No obstante, cada vez que la familia acude a ese recinto, los funcionarios niegan que se encuentre allí.
Acusaciones infundadas y sin acceso a la defensa
Más grave aún, Mariana González reveló que recién esta semana el Ministerio Público presentó una acusación en su contra basada en argumentos que “no constituyen delitos”.
Entre los señalamientos está la absurda acusación de que Tudares sería “representante legal de propiedades” de Edmundo González Urrutia, algo que González desmintió categóricamente, y que en cualquier caso “no constituye delito alguno”. Igualmente, la Fiscalía lo acusa de ser “el yerno” del líder opositor, un argumento que Mariana González calificó de “inhumano” y como parte de un crimen de lesa humanidad.
“En nada se corresponde con la realidad. Pero aun si fuera cierto, no reviste carácter penal”, enfatizó.
Además, la familia no ha tenido acceso al expediente judicial ni ha podido nombrar un abogado de confianza, lo que constituye una violación al derecho a la legítima defensa y al debido proceso.
González recordó que la primera presentación de Tudares ante tribunales se realizó clandestinamente en horas de la noche, sin presencia de un abogado privado ni de un defensor público que garantizara mínimamente su derecho a ser asistido.
“Rafael no tuvo ni un abogado de confianza ni un defensor público en esa audiencia. Se le mantiene en absoluta indefensión”, lamentó Mariana.
Contexto de la detención
La detención de Rafael Tudares ocurrió tres días antes de la fecha en la que, según la oposición y múltiples observadores nacionales e internacionales, debía asumir el poder el presidente legítimamente electo, Edmundo González Urrutia, tras las elecciones de julio de 2024, ampliamente cuestionadas por denuncias de fraude electoral.
Analistas consideran que su detención formó parte de la estrategia del régimen chavista para neutralizar a figuras cercanas a la oposición democrática en un momento clave de transición.
Organismos de derechos humanos y plataformas opositoras han exigido reiteradamente la liberación inmediata de Tudares y de los más de 800 presos políticos que actualmente permanecen privados de libertad en Venezuela.











