(Fuente: Tal Cual) Caracas ha iniciado el 2025 con múltiples operativos de seguridad, alcabalas improvisadas y denuncias por parte de las universidades ante la presencia de efectivos en sus entradas, lo cual ha creado un ambiente de preocupación y miedo en muchos ciudadanos.
El dictador Nicolás Maduro ordenó el pasado 15 de enero a la Fuerza Armada Nacional (FAN) y a los cuerpos de seguridad a «no bajar la guardia» contra las amenazas. También señaló que se deben mantener activas las Unidades de Reacción Rápida (URRA), la cual es una especie de fusión civil, militar y policial.
El aumento de uniformados en la calle, plazas con alcabalas o caravanas de vehículos llenos de funcionarios, a veces encapuchados, inspiran más miedo que seguridad entre los caraqueños.
El Consejo Universitario de la UCV ha calificado como «inusitado» el despliegue exagerado de funcionarios en las afueras de la casa de estudios.
“El derecho a la educación está siendo vulnerado al instalar un ambiente de intimidación y hostigamiento”, dicen los representantes del Consejo de la Facultad de Odontología en un comunicado vía X.
Con información de Tal Cual
Ante el asedio policial, el 20 de enero los estudiantes decidieron desplegar un cartel que dice “Rodean la Universidad porque le temen a la educación” en la entrada de Plaza Venezuela.
Al reclamo se sumó la Asociación de Profesores de la UCV (APUCV). El profesor José Gregorio Afonso, presidente de la APUCV confirma la presencia de policías desde el 13 de enero, destacando su alarmante aumento el 15 de enero.
“El día lunes había más de 100 efectivos en Plaza Venezuela, Alrededor de 50 en la entrada de Las Tres Gracias y al 15 de enero se multiplicó por dos”, dice el profesor Afonso
Mariana, estudiante de la UCV, dice que, aunque al principio no había visto nada, después se dio cuenta de la presencia de policías en la entrada de Plaza Venezuela. “No hacen nada. Solo están ahí para intimidar y meter miedo. Quieren que la gente esté hablando de eso”. Agrega que muchos de los muchachos de primer año sienten gran temor y ansiedad al ingresar a la universidad diariamente.
En la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) también ha ocurrido, denuncian estudiantes quienes afirman que inicialmente los funcionarios se ubicaban en la entrada peatonal de Antímano, donde requisaban y revisaban los teléfonos de varios estudiantes; para posteriormente establecer una alcabala a pocos metros de la entrada principal. Hay días en que los funcionarios se ubican en la entrada principal del recinto. Alumnos incluso han pedido a las autoridades universitarias permitir por tanto que se permita la virtualidad en la asistencia de clases, pues tienen miedo de ser detenidos «por el simple hecho de ser estudiantes».
“A mí la universidad no me va a sacar de la cárcel si esos policías me agarran”, expresa Gabriella* (identidad protegida a solicitud). Afirma que ha visto muchos policías en la calle, pero que los que están fuera de la universidad le generan mayor miedo y preocupación. Teme que le revisen teléfono y otras pertenencias y, especialmente, quedar detenida y «no lograr salir nunca».
Otro ucabista cuenta a TalCual que a él lo detuvieron varias veces en la alcabala de camino a la UCAB y que llegó a pasar «varios sustos». Más de una vez lo revisaron exhaustivamente y lo trataron de forma hostil, e incluso lo amenazaron con retenerlo «por alzado».
Ivana, por su parte, cuenta que cuando empezaron a detener a la gente y a registrar los carros, uno de esos oficiales le robó su certificado médico cuando la estaban revisando. “En el momento estaba tan preocupada que no lo noté, pero cuando lo hice corrí a advertir en los grupos del centro de estudiantes para que nadie pasara por lo mismo y estuvieran muy pendientes de que les devolvieran todo y de insistir si no lo hacían”, explica.
Policías a toda hora en Caracas
No solo es un asunto de universidades. TalCual pudo constar la presencia de operativos policiales en San Bernardino, La Candelaria, La California, Montalbán y Alto Prado en un mismo día, en Caracas
William, un vecino de Baruta, comentó a este diario que no había salido de su casa desde el 1 de enero porque la zona donde vive, por el barrio Santa Cruz del Este, estaba totalmente tomada por policías, lo que le causó gran estrés y ansiedad. Destaca que aún siguen apareciendo los policías en las noches, generando un ambiente muy tenso.
El 15 de enero, William salió en horas de la tarde y también notó mucha presencia policial desde Baruta hasta Bellas Artes. Cujenta que al llegar a su destino, la zona estaba completamente llena de funcionarios.
Experiencia similar relata Gabriela, también residente de Baruta, al señalar que en la primera semana del año llevó a su sobrina al colegio y se encontró con seis camionetas pick-up con las cabinas llenas de policías, además de una treintena de motos. Todos los funcionarios estaban encapuchados y algunos portaban armas largas.
“Mi sobrina pequeña se asustó mucho. Todos nos asustamos. Eran un enjambre de policías y salieron de la Trinidad agarrando autopista en dirección oeste”, cuenta.
En Montalbán, una mujer declaró a este medio que tras las elecciones presidenciales ciertas zonas se esa comunidad sufrieron lo que calificó como acoso policial. “A mi sobrina la requisaron estando en su carro estacionado por las residencias Juan Pablo, estaba despidiéndose de unos amigos con los que había salido ese día. Los policías pasaron por la calle, los vieron ahí y entraron, empezaron a hacerle preguntas y pedirle papeles. Luego los soltaron”, explica la mujer.
Un residente de San Bernardino señala que pusieron una alcabala de la Milicia Nacional Bolivariana cerca de su zona desde el 7 de enero, que por varios días estuvieron deteniendo a los carros y a varios peatones. “Yo hacía lo posible por evitar ese cruce. Uno no tiene nada que esconder, uno no ha hecho nada malo, pero eso a ellos no les importa”, declaró.
El despliegue de funcionarios, principalmente de la Policía Nacional Bolivariana, en Caracas es algo que cuentas de la esfera de propaganda del oficialismo presentan abiertamente. En algunos videos incluso hablan de «fuerte desplazamiento continuo», sin explicar razones por las cuales haría falta tal activación. Durante el mes de enero, por su parte, el ministro de Interior, Diosdado Cabello, ha protagonizado múltiples recorridos nocturnos en la capital y ha insistido en que la presencia de tantos funcionarios armados es para «garantizar la paz».