(Fuente: The New York Times / La Patilla) El Consejo Nacional Electoral ha anunciado las elecciones presidenciales para el próximo 28 de julio.
Esta decisión se produce luego de casi más de un mes de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) reafirmara la inhabilitación política de la candidata opositora María Corina Machado, hecho que cuestiona si dichas elecciones tendrán todas las cualidades para ser libres y justas.
Con información The New York Times
Sin embargo, el anuncio del gobierno del presidente Nicolás Maduro implica al menos un cumplimiento parcial del compromiso adquirido con Estados Unidos de celebrar comicios este año a cambio del levantamiento de las sanciones económicas.
En octubre, Maduro firmó un acuerdo con la oposición del país y se comprometió a trabajar por unas elecciones presidenciales libres y justas. En el acuerdo, Maduro dijo que celebraría elecciones antes de finales de año, y Estados Unidos, a su vez, levantó algunas sanciones como muestra de buena voluntad.
Pero pocos días después, Maduro vio cómo una candidata de la oposición, María Corina Machado, ganaba más del 90 por ciento de los votos en las elecciones primarias organizadas por la oposición, que no tuvieron la participación del gobierno. Los decisivos resultados acentuaron su popularidad y plantearon la posibilidad de que pudiera derrotarlo en unas elecciones generales.
Desde entonces, el gobierno de Maduro inhabilitó a Machado para postularse, por lo que considera como irregularidades financieras ocurridas cuando era diputada nacional, y ha detenido a varios miembros de su campaña. En los eventos de Machado, se han presentado hombres en motocicleta que han atacado a sus simpatizantes.
Las condiciones de las elecciones presidenciales en Venezuela también provocan reacciones internacionales
La flexibilización temporal de las sanciones estadounidenses al sector del petróleo y el gas expira el 18 de abril, y el gobierno de Joe Biden podría optar por volver a imponerlas.
El anuncio del martes “deja meridianamente claro que Venezuela no celebrará elecciones libres y justas este año” y “prácticamente garantiza que el gobierno de Biden volverá a imponer sanciones”, declaró Geoff Ramsey, experto en Venezuela del Atlantic Council, institución de investigación con sede en Washington.
El chavismo, el movimiento de inspiración socialista que lidera Maduro, ha controlado Venezuela durante 25 años. En 2013, Maduro llegó al poder tras la muerte de su predecesor, el presidente Hugo Chávez, y se mantuvo en el poder tras unas elecciones celebradas en 2018 cuyos resultados se consideraron ampliamente fraudulentos.
A esas elecciones siguió un periodo de aislamiento internacional, en el que muchos países siguieron el ejemplo de Estados Unidos y se negaron a hacer negocios con Venezuela.
La fecha de las próximas elecciones, el 28 de julio, es el cumpleaños de Chávez. El anuncio se produjo en la fecha de su muerte, el 5 de marzo.
Phil Gunson, analista de International Crisis Group quien está radicado en Caracas, la capital del país, dijo que es probable que esa decisión busque aprovechar el legado de Chávez para reforzar la capacidad de elección de Maduro, quien es profundamente impopular.
Los candidatos de la oposición tienen hasta el 25 de marzo para inscribirse. No está claro si el partido de Machado intentará insistir en su candidatura o si buscará apoyar a otro candidato.
Es probable que una oposición fragmentada pueda ser una ventaja para la candidatura de Maduro.
“La combinación de una oposición dividida, una fuerte abstención y unos oponentes débiles le da la mejor oportunidad de ganar sin tener que cometer fraude”, dijo Gunson.