Tener agua en Venezuela, se volvió una odisea, más en aquellos lugares de bajos recursos que necesitan alquilar cisternas para percibir algunos litros.
Venezuela es el noveno país con las mayores reservas de agua dulce del mundo, solo superado por Brasil, Rusia, Canadá, China, Indonesia, Estados Unidos, Bangladesh y la India.
Pese a ello, el agua no llega periódicamente a las casas de los venezolanos y mucho menos de calidad.
Para garantizarse los servicios, muchos han tenido que buscar opciones, desde plantas eléctricas hasta perforaciones de pozos de agua, compras de cisternas y almacenamiento de agua en tanques y recipientes.
El servicio de agua está tomado por el régimen y son quienes controlan la regulación de agua por regiones y zonas.
En las zonas populares se pueden escuchar las continuas protestas por agua, aseguran que tienen años que no les llega una gota de agua, y deben de comprarla un 70% de su costo base.
La falta del vital líquido golpea la vida cotidiana de los venezolanos
Se han tenido que adaptar de acuerdo con el tiempo que va el servicio, de dos o tres días a la semana por media hora o una vez al mes o simplemente años.
El déficit del suministro de agua, se ha reflejado intensamente en el actual contexto en el sector de la atención sanitaria y hospitalaria, afectando a pacientes de enfermedades no transmisibles y al personal de salud, ese es el panorama.
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Sondeos de opinión realizados por organizaciones como Provea y los Comités Populares de Derechos Humanos en los municipios Libertador y Sucre de la Gran Caracas, revelaron que el 87,26% de los habitantes de los barrios pobres de la capital, recibían agua de color amarillento o marrón turbio, lo que refleja los escasos esfuerzos del régimen chavista por garantizar el saneamiento y potabilización de las aguas que llegan, también escasamente a los hogares.
Nicolás Maduro dijo que se deberían producir 183 mil litros de agua por segundo, pero “los bloqueos internacionales han obstaculizado el proceso y por eso se están buscando alternativas para ello”.
Posteriormente, prometió agua para países como Uruguay, después de esta incoherente decisión fue criticado por regalar un recurso que ni siquiera el país cuenta.
Esta severa crisis es la sumatoria del fracaso del régimen chavista y sus múltiples planes por querer tapar una crisis humanitaria sin precedentes.