Hoy nadie duda que en Venezuela, Cuba y Nicaragua se detenta el poder por la fuerza, violando los derechos humanos y libertades fundamentales. Pero, ¿por qué Bolivia no es tomada en cuenta por organismos internacionales en este esquema? si se trata del “gran aliado” de Maduro que termina de confgurar el cuadro dictatorial de la región.
Pese a que el actual gobierno de Luis Arce en Bolivia es considerado legítimo, es una consecuencia del régimen de Evo Morales y el MAS (Movimiento Al Socialismo) acusado de perpetrar un fraude electoral en 2019 para intentar mantenerse en el poder por cuarta vez consecutiva.
Organizaciones civiles no gubernamentales afirman que en Bolivia no hay democracia, o por lo menos no, desde la suplantación de la Constitución y la liquidación de la República entre los años 2006 y 2009 bajo el mandato de Morales.
Pero el problema en Bolivia va más allá de lo electoral, se trata de masacres, asesinatos, represión, presos políticos, exiliados, crisis humanitaria, escasez, narcotráfico y delincuencia organizada auspiciada desde el poder; elementos que han llevado a los Estados Unidos, a la región y al mundo a señalar a Cuba como la cabeza que dirige a esta trilogía conformada también por Venezuela y Nicaragua.
Elecciones tras las rejas
Las hoy consideradas dictaduras de Venezuela y Nicaragua, han recorrido una espiral de opresión, corrupción y crimen, que han resultado una amenaza intolerable para la comunidad internacional. Misma agenda y espiral que ya ha recorrido la Bolivia de Evo Morales y Luis Arce.
A pesar del distanciamiento entre ambas figuras de izquierda, y que ha dividido al partido de gobierno (MAS), en pocos días ambos buscarán en una primera vuelta de la elección presidencial la continuidad en el poder; aunque algunas encuestas sostiengan que este liderazgo goza de un rechazo que ronda al 70% de los bolivianos, mismo caso Venezuela.
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Además, el país andino cuenta con un sistema de jueces de elección popular, que somete al poder judicial a intereses políticos y “cocaleros”.
La cifra de presos políticos supera las 300 personas, resultando la mayor parte de los detenidos durante el régimen de Evo Morales. Sin embargo, el actual Presidente, Luis Arce cuenta en su haber de detenciones por dicho motivo, con la expresidenta Jeanine Añez, capturada en el año 2021, y condenada a 10 años de prisión.
El “gran aliado” de Maduro
En una de sus más recientes visitas a Venezuela, el Presidente Luis Arce, aseguró que Bolivia es un “gran aliado” de Nicolás Maduro para encaminar proyectos de largo alcance, como parte de los encuentros llevados a cabo en 2023 durante la Tercera Comisión de Integración Conjunta Bolivia – Venezuela, en el palacio de Miraflores, en Caracas.

Los acuerdos que, según fuente oficial, están vinculados a las áreas de educación, justicia, salud, minería, gas, petróleo, producción, información, fortalecimiento comercial, de servicios aéreos, entre otros, y convierten a Bolivia de manera silenciosa en ese “gran aliado” de Maduro en la región.
A su vez, la firma de estos trece acuerdos de “cooperación” bilateral, marcaron el reinicio de un nuevo acercamiento entre ambas naciones luego de que en 2020 ya se habían retomado formalmente las relaciones diplomáticas, tras el desconocimiento de Nicolás Maduro a la Presidenta interina Jeanine Áñez en 2019.