(Redacción por David Gallardo) El régimen de Nicolás Maduro orquestó un nuevo movimiento que buscaba sabotear las elecciones primarias que se celebrarán este año para elegir el candidato que se enfrentará a la dictadura en las elecciones presidenciales del 2024. Estamos hablando de la renuncia de los rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE), los cuales representaban al oficialismo y han abierto esa nueva puerta que busca la reorganización de la dirección del poder electoral.

El periodista Eugenio Martínez explica que el CNE, a diferencia de la región, no depende de otra instancia de poder, sino que representa directamente el poder electoral de Venezuela, por lo cual está a la par con el poder judicial, presidencial y parlamentario. «Esto no es cualquier cosa, porque la Constitución debería garantizar la independencia de poderes y la continuidad de quienes integran la autoridad del poder electoral», explicó.

Sin embargo, durante los últimos cinco años se han realizado cambios de la rectoría del CNE por cada elección que se aproxima, a pesar que la ley electoral dictamina que los tiempos de cambio de autoridades se hace cada siete años, pero el régimen prepara el escenario para que los miembros renuncien y así reorganizar el poder electoral.

«Los espanta votos»

Eugenio Martínez, conocido en Twitter por el usuario Puzkas, explica que el régimen de Nicolás Maduro necesita el control de poder electoral para las elecciones presidenciales, por lo cual usará la fórmula de los «espanta votos»: Figuras de alto poder político del régimen que tome control sobre el CNE para generar desconfianza dentro de la población venezolana y seguidores de la oposición.

Entonces la renuncia de estos rectores, Pedro Calzadilla y Alexis Corredor, además de los suplentes Leonel Párica, Carlos Quintero, Gustavo Vizcaíno, Saúl Bernal, Rafael Chacón y Francisco Garcés, facilitó este proceso que busca torcer desde este momento la estrategia electoral de la oposición, que busca asegurar su victoria en el 2024, puesto que unas elecciones presidenciales «medianamente justas» son imposibles de ganar para Maduro.

No obstante, la directiva del poder electoral tiene cinco vacantes, dos de esas aún siguen siendo ocupadas por los rectores que representaban a la oposición: Roberto Picón y Enrique Márquez. Martínez explica que el «deber ser» sería que la Asamblea Nacional tomara un paso adelante y simplemente nombrara los nuevos rectores de los puestos vacíos, sin embargo se decidió la reestructuración completa de la directiva.

Esto ocurre porque los fórum y decisiones dentro de la directiva del CNE siempre son aprobadas a partir de las tres partes en adelante, lo que le daría la ventaja al régimen de nombrar tres rectores que sean leales a la dictadura y lo ayuden a torcer el proceso electoral.

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Las elecciones primarias

Luego de esta creación de crisis institucional dentro del CNE, la Comisión Nacional de Primarias ha decidido autogestionar las elecciones que se celebrarán en octubre de este año. Eugenio Martínez explica que esto trae varias complicaciones a la oposición, puesto que sin el apoyo técnico y logístico del CNE, en vez de tener 7 mil puntos de votación, ahora solo habrá 3 mil disponibles, lo cual hace que los comicios sean mucho menos inclusivos y dificulte el traslado de muchos votantes.

Esta no es la única complicación, la oposición tiene que buscar ahora una empresa que pueda apoyar a las elecciones a través de los cuadernos de registro, material para los votos y asistencia técnica. Podría sonar sencillo, pero en el pasado el régimen ha arremetido con empresas que han apoyado a la oposición, por lo cual no será tan sencilla la tarea de conseguir un apoyo empresarial que pueda proveer esta asistencia.

Martínez considera que quienes podrían estar detrás de esta jugada política serían Jorge Rodríguez, actual presidente de la Asamblea Nacional Chavista y Francisco Ameliach, diputado del mismo parlamento. Ambas figuras siempre han estado relacionadas de forma directa o indirecta cuando se trata del poder electoral.

Con respecto a la mirada de la Comunidad Internacional, este escenario le da la oportunidad a Nicolás Maduro de argumentar que el poder electoral jamás le negó el apoyo técnico a la oposición.

Los posibles nuevos rectores del CNE

Los nombres de Iris Valera, ministra del Servicio Penitenciario y Cilia Flores, esposa de Nicolás Maduro, son los que han empezado a sonar como posibles nuevas rectoras del CNE, sin embargo Martínez exhorta a la población venezolana a creer en estas «falsas expectativas negativas», que lo logran es crear pesimismo en opinión pública y luego el régimen designa a alguien de menor perfil político y existe un cierto nivel de satisfacción en población que simplemente es erróneo, porque el régimen cambió de rostro, no de intención.

Los votos en el exterior

El periodista Eugenio Martínez explicó que se habla de 7.2 millones de venezolanos que se encuentran fuera del país, pero eso no quiere decir que todos sean votantes potenciales, además que se espera que no todos voten para unas elecciones primarias, que es un evento particular para la elección.

«La primaria en el exterior siempre se ha visto como un proceso de corte manual (…) lo que se ha previsto es que 800 mil venezolanos voten, sin embargo si las elecciones fueran este fin de semana, realmente solo pudiesen votar 50 mil», explicó Martínez con relación al registro electoral que posee Venezuela con respecto a los votantes que se encuentran en el exterior.

Martínez también explicó que existe una reforma electoral que limita de gran manera las votaciones en el exterior. Dicha ley explica que el venezolano en el exterior tiene que demostrar a la autoridad consular a cargo de la votación que tiene una residencia definitiva, pero es la autoridad quien define si esta es creíble o no. «Colocando esto en contexto, en las elecciones del 2023, Capriles versus Maduro, Capriles perdió por 200 mil votos aproximadamente, pero la cantidad de votantes en el exterior que no pudieron votar por esta reforma fue de casi un millón, por lo cual en esa cifra pudiesen haber estado los votantes que necesitaba el opositor para ganar.

El poder judicial

Frente a las elecciones primarias, el régimen de Nicolás Maduro tiene varias cartas a su favor desde la perspectiva judicial. Para empezar, ya se han realizado comentarios dentro del madurismo que la Comisión Nacional de Primarias (CNP) no tiene la autoridad de crear un registro electoral paralelo al que tiene el CNE. Esto podría ser usado para cantar «fraude electoral» desde hoy hasta el mismo día de las votaciones.

También existe el tema de las inhabilitaciones electorales sobre varios candidatos. Uno de los ejemplos más sonados serían los de Henrique Capriles, quien actualmente tiene una inhabilitación administrativa activa, María Corina Machado, tiene una inhabilitación vencida, pero la Contraloría General no ha informado oficialmente al CNE sobre este vencimiento, lo cual es un requisito importante para poder registrarse como candidata.

Finalmente, Manuel Rosales tenía una inhabilitación por 15 años, pero el poder judicial la paralizó, pero en cualquier momento puede ser activada.

El escenario

A pesar de la cantidad de escenarios que se pueden producir con respecto a las elecciones presidenciales, Martínez apuesta por una victoria hacia la oposición, solo si tiene un candidato unitario que pueda reunir toda la fuerza de votantes, lo que realmente le preocupa al periodista es si Maduro aceptaría la derrota o si abandonaría el poder.

Martínez explica que al régimen de Nicolás Maduro le encanta adelantar elecciones, por lo cual si en caso que los comicios se dieran en mayo o junio, podrían darse la situación que existe un presidente electo y uno en el poder, durante más de cinco meses esto podría crear una presión porque no existe una ley de transición mientras se inicia el nuevo año presidencial.

Sobre las presiones de la Comunidad Internacional, Martínez considera que debe buscar la forma de darle garantías de salida a Maduro y a su círculo de gobierno, puesto que abandonar el poder tiene un costo muy alto por las amenazas y denuncias que pesan sobre el régimen.

A Maduro siempre se le ha considerado como una figura débil, pero Martínez opina que desde su toma del poder en el 2013, ha sabido superar crisis y fragmentar poderes dentro de las filas del chavismo, provocando así más control de su parte dentro de la militancia, por esto se merece una reelección y no ser reemplazado por otro miembro de la dictadura.