La reprogramación de las elecciones parlamentarias y regionales para el próximo 25 de mayo no soluciona la crisis que se ha desarrollado desde la presidencial del 28 de julio y mucho menos repara los pasos legales y protocolares que se ha saltado el Centro Nacional Electoral (CNE). Los sectores políticos que han decidido ser parte de este proceso tienen un problema en sus manos: no existe suficiente camada para cubrir los 550 cargos que se van a elegir.

Estos problemas solo cubren la perspectiva política e institucional, pero eso no quiere decir que no existan otras aristas que agravan el escenario electoral: La Plataforma unitaria Democrática (PUD) continúa denunciando el fraude realizado por el CNE para darle la victoria al dictador Nicolás Maduro sobre Edmundo González Urrutia en la elección del 28 de julio.

Mientras tanto los partidos que participaran tienen un poco más de tiempo como oxigeno político para conseguir sus candidatos.

«El problema con las elecciones que habían sido convocadas para abril y ahora para mayo es que es un número muy alto de candidatos el que cada partido tiene que presentar. Estamos hablando que se van a escoger casi 550 cargos. La mayoría de las fuerzas políticas que han dicho que van a participar no tienen candidatos para tantos cargos», señaló Eugenio Martínez, periodista especializado en la fuente electoral venezolana.

Martínez pone como ejemplo la organización del político Daniel Ceballos, que se encuentra buscando candidatos a través de las redes sociales, personas que se autopostularan como gobernador o para las asambleas legislativas de los estados.

Otro problema que menciona el periodista es que ambas elecciones, la parlamentaria y regional, son complicadas de programar en las máquinas de votación y, aunque el voto en Venezuela no sea obligatorio o no requiera un quorum de participación, esto no quita la legalidad del evento electoral, pero puede afectar gravemente la percepción que se tiene.

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Las condiciones de la PUD

El mismo día en el que el CNE anunció la reprogramación de la elección, la PUD emitió un comunicado en el que se enumeran un grupo de condiciones para que la coalición opositora participe en dichos comicios.

Martínez señala que la primera de estas condiciones es el reconocimiento de Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela, situación que no ha tomado lugar en los últimos meses, por lo cual lo considera como un hecho que difícilmente se cumpla.

«Así que no tiene mucho sentido suponer que hay un interés de la coalición gobernante que lidera Nicolás Maduro en cumplir con la principal de las peticiones que presenta la PUD. Lo que sí se puede percibir del comunicado de la plataforma es que hay algunos canales de conversaciones entre la plataforma y el gobierno venezolano, de conversaciones que no implique que se esté negociando o que exista una negociación que esté realizándose, sino de conversaciones entre algunos actores o los principales actores de la plataforma unitaria y el gobierno venezolano», explicó.

Martínez también señala que el problema de la oposición no solo se basa en la disposición de la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), sino que posiblemente no tenga la disposición de contar con testigos, observación nacional independiente y ambos problemas no se podrán solucionar en un mes, además no existe disposición del régimen de Nicolás Maduro por cambiar al Consejo Nacional Electoral (CNE), lo cual no va a influir en nada en la participación de los ciudadanos.

«Para que exista una participación importante de ciudadanos tiene que haber un cambio relevante en la percepción que tengan los ciudadanos sobre qué se puede lograr participando en ese proceso», comentó el periodista especialista.

La posposición de las elecciones

Eugenio Martínez señala que la posposición por parte del CNE es darle espacio político a los partidos que quieren participar, puesto que los problemas técnicas que están afectando al proceso electoral no se van a resolver en un mes, porque ya es política del régimen madurista no ofrecer información oportuna cuando se está organizando un proceso electoral.

«Es realmente lamentable que el CNE mezcle dos elecciones tan diferentes como la de parlamento y regionales en un solo evento, primero porque son elecciones totalmente diferentes en cuanto al significado que tienen para los ciudadanos, y segundo porque son dos elecciones técnicamente muy complejas, donde si se votara de forma normal en Venezuela, un elector de un municipio muy poblado tendría que votar hasta 10 veces diferente o tendría 10 opciones diferentes de votación para todos los cargos que tiene que escoger», denunció el periodista.

Martínez lamenta que el CNE simplemente mezcle dos elecciones solo para la conveniencia del régimen, sobre todo porque «no le interesa a legitimidad electoral que puede darle una elección competitiva, pero sí le interesa darle espacios políticos a los actores que de alguna u otra manera lo soportan en el poder».

El debate

Martínez también cuestiona la forma como se plantea en la opinión pública sobre si participar o no en las elecciones. La perspectiva de la opinión pública yace en que el régimen le interesa de alguna forma la legitimidad electoral.

«Los argumentos que hay en este momento sobre participar o no y sobre las críticas a quienes participan y a quienes dejan de hacerlo son los mismos del año 2005, son los mismos del año 2013 en las locales, son los mismos del año 2017, los 18, 20 o 21. Y el problema es que a partir de la elección presidencial del año 2024 Venezuela dejó de ser una autocracia electoral para transformarse o hacer la transición, estar en ese camino de cambio hacia una autocracia cerrada, con las características de una autocracia cerrada. A una autocracia cerrada no le interesa la legitimidad electoral», explicó.

«Entonces, la discusión sobre si participo o no en una elección que convoca a una autocracia electoral, los argumentos tienen que ser totalmente diferentes a los que se han utilizado en el pasado. Al día de hoy ni los que participan ni los que dicen que no se debe participar están aportando elementos que le expliquen a la gente o que puedan explicar qué se gana en una autocracia cerrada participando o qué se gana en una autocracia cerrada dejando de participar. Lamentablemente el debate no está respondiendo a esas preguntas», agregó.