La migración fronteriza desde Venezuela hacia Colombia a través del estado Táchira disminuyó durante este 2025 tras la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.

Por primera vez en los últimos 12 años la migración disminuyó, tras las órdenes ejecutivas que además de deportar a personas, limitan el ingreso de quienes lo hacen de forma regular e irregular.

Al menos en un 82% se reporta la disminución en comparación con el último trimestre del 2024, según información migratoria obtenida por el analista en tema de fronteras, William Gómez, quien fue alcalde del municipio Bolívar, que colinda directamente con el Norte de Santander, Colombia.

A finales de 2024 a diario salían entre 2.500 y 3.000 personas y para febrero de 2025 salen 350 personas diarias. Esta disminución está relacionada con la imposibilidad de llegar a Estados Unidos a través de México, luego de atravesar la selva del Darién y de no poder acceder a ningún documento de permanencia formal.

“Ya no hay ninguna posibilidad de estar legalmente en norteamérica porque fue eliminado el parole humanitario, el Estatus de Protección Temporal (TPS), el CBP-1, por eso ya no hay tanta salida hacia ese país”, indicó Gómez.

Además, por la paralización del financiamiento de ayudas humanitarias, también fueron cerradas las casas de tránsito y movilidad segura instaladas en Cúcuta, Colombia, en donde llegaban los venezolanos y recibían apoyo antes de continuar su recorrido hacia Estados Unidos y donde podían pedir asilo político o humanitario.

En las referidas casas de ayuda, existía la posibilidad para los migrantes de comer, bañarse, tener acceso a internet, hacer llamadas telefónicas e incluso pernoctar cuando el cansancio o la hora de llegada lo requería. 

Migrantes replantean su ruta para evitar políticas de Trump

La disminución de la migración no es el reflejo de la paralización de la misma, ni mucho menos representa que Venezuela se arregló y nadie se quiere ir. Los migrantes no están saliendo hacia Estados Unidos, sino que están a la espera de planificar su ida a otros países latinoamericanos o de Europa.

La situación actual de Venezuela con sueldos mínimos que no superan los cinco dólares mensuales, la escasez de medicamentos, las fallas de servicios públicos, la imposibilidad de mejoras en la calidad de vida son elementos que incentivan la migración.

“Aún hay muchos venezolanos que piensan o tienen la intención de emigrar, ya que el escenario político en Venezuela no ha cambiado, ni tampoco la situación económica del país que conlleve a una mejora de la calidad de vida o un mejoramiento del poder adquisitivo”, explicó el analista de frontera.

El mayor país receptor de migrantes es Colombia, donde muchos venezolanos llegan caminando a través del Táchira para ir a otros países o establecerse allí, posteriormente transitaban la selva del Darién, Centroamérica hasta llegar a México.