El anuncio del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que revoca de manera casi inmediatas las concesiones petroleras que otorgó la administración Biden al régimen de Nicolás Maduro, pudieran tener un impacto negativo y de gran magnitud en la economía venezolana, a la que se le ciernen “ligeros nubarrones” en los próximos meses según diversos economistas.

Sin embargo, aún se desconoce si Chevron, principal petrolera norteamericana que exporta crudo desde Venezuela, deberá cesar sus operaciones a partir del primero de marzo como ordenó Trump en su comunicado, o si dispondrá de los seis meses estipulados en la licencia una vez se concrete su finalización. Independientemente, su salida del país generará pérdidas millonarias al régimen venezolano que deja la producción de 200.000 barriles diarios de crudo.

Pese a que la licencia concedida a Chevron a través de la OFAC en el año 2022, prohibía a PDVSA recibir ganancias por conceptos de impuestos, regalías o dividendos de cualquier tipo procedentes de las operaciones de la empresa conjunta que mantenía con la firma estadounidense, algunas estimaciones sugieren que esa producción dejaba en el país entre 300 y 400 millones de dólares mensuales, que en teoría utilizaba el madurismo para “aguantar” el tipo de cambio a través del BCV.

Ver más: Eugenio Martínez sobre las elecciones del #25May: «La mayoría de las fuerzas políticas que han dicho que van a participar no tienen candidatos para tantos cargos»

“Nubarrones” sobre PDVSA complican el panorama

“Se asoman ligeros nubarrones para Venezuela en materia petrolera…” precisó para Dossier Venezuela el economista Rafael Quiróz, especialista en el sector y profesor universitario de la UCV, que fue enfático al asegurar que EE. UU. ya no necesita del crudo venezolano: “Somos un tanto insignificantes, ya no tenemos la importancia que tuvimos hace más de 30 años cuando se exportaban más de 2 millones de b/d a ese país”.

Importante destacar que las revocaciones de estas licencias petroleras pudieran llevar a una caída de la producción de entre 200 y 250 mil b/d, por lo que al menos el 30% de la producción total de crudo estaría comprometida a partir de marzo.

En este sentido, los especialistas destacan el impacto favorable que la operación de la petrolera estadounidense ha tenido sobre la economía venezolana y, en particular, sobre la producción petrolera; como el hecho de haber logrado que el país aumentara su extracción de crudo hasta llegar a un millón de barriles al día, luego de haber caído a mínimos históricos de 365.000 barriles, similar al número producido en la década de 1940.

¿Habrá consecuencias para la economía?

Según diversas fuentes, el régimen de Maduro dejaría de percibir poco más de $4.000 millones al año, que afectarían el flujo de divisas y, por ende, habrá mayor devaluación e inflación. Recursos que se dividen para el pago de la deuda del Estado a las trasnacionales petroleras, para capital de trabajo y reinversión, y el excedente restante que ronda los $190 millones, se vende al sector privado, específicamente al mercado cambiario.

«La actividad de Chevron ha introducido un elemento crucial para la estabilización macroeconómica del país. Ha dinamizado la economía al sumar empleos y nuevos contratos de servicios para la recuperación de pozos, y mediante la venta de divisas al mercado interno», dijo recientemente el economista Asdrúbal Oliveros al medio norteamericano Bloomberg.

Eso significa una restricción más aguda de la que ya existe en el mercado cambiario, por lo tanto, se espera un nivel de depreciación más agresivo, al igual que los niveles de inflación que pudieran dispararse.

¡La culpa no es de las sanciones…!

La narrativa del régimen de Nicolás Maduro ha sido clara: culpar a las sanciones por la crisis económica, social y humanitaria del país. Sin embargo, los datos y los expertos contradicen esa versión.

La crisis económica en Venezuela no comenzó con las sanciones. La hiperinflación, la escasez de alimentos y medicinas, y la caída del PIB comenzaron antes de 2015, cuando EE.UU. aplicó las primeras sanciones; por su parte el colapso de PDVSA, la destrucción de la industria privada y el control absoluto del Estado sobre la economía se dieron mucho antes de las sanciones petroleras de 2019.

“Las sanciones no han afectado la producción petrolera, desde 2005 empezó a bajar en caída sostenida la producción total de crudo…Pudieron haber afectado las transacciones bancarias para los pagos y cobros, pero todos los días entran ingresos retrasados de la exportación de crudo” puntualizó Quiróz, quien afirma que Venezuela no ha dejado de producir y exportar ni un solo barril de petróleo por las sanciones.

¿Las sanciones agravaron la crisis?

Según los especialistas, sí, pero no fueron la causa principal. La economía venezolana ya estaba colapsando por mala gestión y corrupción del régimen chavista, demostrado en el sector petrolero que sufrió más restricciones desde 2019 cuando la caída de la producción ya era drástica, ya que antes de ese año PDVSA había perdido más del 70% de su capacidad productiva por culpa del mal manejo de la empresa.

En conclusión, las sanciones afectaron la economía venezolana, pero la crisis es responsabilidad directa del régimen por la corrupción y la destrucción del aparato productivo del país. No fueron las sanciones las que llevaron a Venezuela a la miseria, sino el modelo de gobierno chavista.