(Fuente: Efecto Cocuyo) Familiares de los presos políticos han expresado su desespero porque desde el pasado 23 de noviembre no saben de ellos luego de que algunos con el 75% de la pena cumplida y que se encontraba en la cárcel de El Rodeo fueron enviados a Yare III, pero desde entonces no les han permitido visitarlos.

Estos ciudadanos manifestaron su preocupación puesto que han acudido a la sede del Ministerio para el Servicio Penitenciario, pero no le dan mayor respuesta ni fecha de cuándo podrán volver a verlos.

«El 23 de noviembre nuestros familiares fueron trasladados del RodeoII Y Rodeo III a Yare III ya hoy son más de 23 días que no sabemos nada de ellos. Nos hemos dirigido en varias oportunidades a los ente gubernamentales y no nos dan respuesta concreta«, reiteró Andrea, quien tiene a un familiar privado de libertad.

estos grupos de familiares han acudido en varios oportunidades a Yare, pero los administradores de la cárcel les permiten verlos o informarles sobre los reclusos.

«Tememos que finalice el año y no nos permitan verlos o por lo menos llevarle sus cosas», dijo Andrea.

Con información de Efecto Cocuyo

200 presos sin visitas desde noviembre

Otra de las afectadas, de nombre Odalys, relató por mensajería que no les permiten la entrega de paquetería (artículos de higiene personal), alimentos ni medicinas.

Se trata de un grupo de 200 reos a los que no les permiten ni siquiera una llamada telefónica para comunicarse con sus familiares. De la poca información que les dieron es que el traslado obedeció a la llamada «Operación Gran Cacique Guaicaipuro.

Qué pasa en la cárcel de Yare III

La ONG Observatorio Venezolano de Prisiones, en su informe anual 2023, resaltó que la cárcel de Yare III es una de las cinco en todo el país con mayor hacinamiento. Con una capacidad instalada para 432 reclusos en el lugar había una población reclusa de 1.522 personas; es decir, una sobrepoblación de 352,31 %.

El pasado 9 de diciembre contaron el testimonio de mujeres que se quejaron de las requisas excesivas dentro de ese centro penitenciario. Además, una de ellas contó que el día de la visita lo cambiaron sin previo aviso por lo que no pudo ver a su familiar quien se quedó sin paquetería ni alimentos.

Sin embargo, la realidad de las denuncias que hicieron llegar a Efecto Cocuyo es que después del traslado de esos 200 reclusos no han sabido nada de ellos.

«Somos un grupo de 200 mujeres que queremos tener acceso a nuestros familiares, que al menos nos reciban la paquetería o al menos una visita», expresó una de las mujeres en un video.