(Redacción por David Gallardo) El investigador criminal y ex-preso político venezolano, Iván Simonovis, considera que el posible despliegue de funcionarios de dirigentes de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) en Colombia no sería una sorpresa por los antecedentes que ha tenido de injerencia en territorios de países vecinos en busca de perseguir a efectivos militares o policiales que están en contra del régimen de Nicolás Maduro y desertan de Venezuela.

Simonovis denuncia que está no es la primera vez que funcionarios del Dgcim viajan fuera de Venezuela para “amedrentar, perseguir, detener, asesinar ciudadanos y sobre todo los que vienen del mundo militar o del mundo policial”.

“Hace tres años, casi dos años, tres años, un comisario general de la CICPC tuvo que huir de Ecuador porque allá le llegaron, inclusive retuvieron a algunos familiares”, recordó Simonovis, quien en ese momento fungía como comisionado de seguridad e inteligencia del gobierno de interino de Juan Guaidó.

Con respecto a persecución y asesinatos de militares o policiales perseguidos, el caso más destacado es el del militar retirado Ronald Ojeda, quien tenía asilo político en Chile y aún así fue secuestrado y asesinado.

Según Simonovis, la investigación desplegada por el asesinado de Ojeda señala que la megabanda criminal Tren de Aragua fue la encargada de este crimen.

“Hoy por hoy las investigaciones en Chile revelan que es el Tren de Aragua quien llegó, pero todo esto forma parte de la misma estrategia que el régimen utiliza, que es tercerizar este tipo de operaciones. Cuando ellos ven que se hace muy complicado, que ellos puedan hacerlo ellos mismos, bueno, sencillamente pues tercerizan a través del Tren de Aragua o alguna de estas estructuras criminales”, explicó.

Alexander Granko Arteaga: El torturador y narcotraficante

Iván Simonovis señala que Alexander Granko Arteaga, actual coronel de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), es uno de los principales autores de represión en Venezuela, especializándose en casos de tortura.

El investigador criminal explica que Granko se hizo famoso por el despliegue de ataque terminó con la vida del inspector Óscar Pérez y de otras cinco personas.

“Él pasó a la palestra porque llegó al sitio en un lugar al oeste de la ciudad de Caracas con algunos unos 300 efectivos militares y en la casa que estaba Oscar Pérez con cinco personas más resultaron asesinadas, utilizaron cohetes, utilizaron, bueno, miles de disparos (…)”, explicó Simonovis.

Simonovis también explica que Granko se ha vuelto el segundo en la línea de mando en el Dgcim, siendo entonces quien “maneja todas las operaciones de persecución, de detenciones, de tortura y de asesinatos en Venezuela”. Estas acciones lo han llevado a estar acusado en la Corte Penal Internacional bajo el caso de investigación llamado Venezuela I, que ha recaudado denuncias sobre las violaciones sistemáticas de Derechos Humanos en el país sudamericano.

“Granko es un asesino, es torturador, es narco, tiene unas operaciones muy grandes en narcotráfico, algunas de ellas en el puerto de La Guaira y otras en el oriente del país, específicamente en el sector de Carúpano, tiene familia y desde ahí opera también grandes cantidades, o mueve grandes cantidades de drogas”, comentó Simonovis.

La colaboración criminal Colombia-Venezuela

Simonovis explica que muchos de los militares, policías o incluso los civiles venezolanos que han huido de Venezuela aún continúan en peligro cuando se trata de la colaboración criminal que se ha establecido a través de Venezuela dentro de otros países de la región.

El investigador explica que cuando los funcionarios del régimen no pueden atrapar directamente a sus objetivos, piden la colaboración de grupos afectos a ellos, incluyendo criminales o células guerrilleras.

Estas conexiones, según Simonovis, llegan hasta la cúpula del régimen de Nicolás Maduro, por lo cual la culpa de la desestabilización de la región en materia de seguridad.

“Gracias a ellos es que tenemos esa desestabilización latinoamericana en toda la región, porque lo que pasa en Colombia, lo que pasa en Ecuador, lo que pasa en Perú, lo que pasa en Chile, en Brasil, forma parte de los procesos que han iniciado en Venezuela para mantener desestabilizada la región”, señaló.

Simonovis explica que es insostenible hasta dónde ha llegado la represión en Venezuela, la cual no ha sido limitada contra los “enemigos” del régimen, sino que bajo la última ola represiva poselecciones, se ha atacado a la ciudadanía en Venezuela, incluyendo a los menores de edad y niveles de perversión realmente perturbadores.

“Hay un vídeo de un individuo militar que golpea a una mujer embarazada y le dice: “Te vamos a hacer abortar para que no tengas un hijo terrorista”, describió Simonovis.

La crisis electoral: El presidente electo Edmundo González Urrutia

Iván Simonovis reconoce a Edmundo González Urrutia como el nuevo presidente electo de Venezuela, el cual debe tomar posesión de su cargo en el 10 de enero del 2025, pero tiene un obstáculo usurpador: el dictador Nicolás Maduro, quien asegura que ganó la elección presidencial y ha usado al Centro Nacional Electoral y el Tribunal Supremo de Justicia para asegurar su fraude electoral.

“A partir de esa fecha ya los venezolanos habremos hecho todo lo que es necesario para que en una situación normal, democrática, nosotros tengamos un nuevo presidente. Si eso no se da, bueno, nos voltearemos, voltearemos hacia el mundo y tendremos que decirle qué van a hacer ustedes por nosotros, porque ya nosotros hicimos todo lo que teníamos que hacer”, comentó Simonovis sobre la posición que deberá tomar la Comunidad Internacional en el 2025 sobre Venezuela.

Simonovis explica que Venezuela no es solo problema interno, sino que es un problema que afecta completamente al continente.

Militares y liberación

Iván Simonovis explica que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) se encuentra muy quebrada, excluyendo a la cúpula, sino del sentir y la presión que sufren los militares de bajo rango por la miseria salarial que reciben, sino también por la opresión que tienen.

“Los militares venezolanos están definitivamente bajo una presión y bajo una supervisión férrea por parte del régimen. Bueno, ellos saben cómo dividir, cómo mantener neutralizadas todas las unidades operativas de la Fuerza Armada. El que tiene las llaves de los aviones no tiene la llave de las balas y el que tiene la llave de esto no tiene la llave de lo otro y entonces lo tienen en diferentes sitios. Mira, en los desfiles militares, en los desfiles militares, el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) es el que chequea que cada uno de los soldados oficiales que desfilan allí no tenga municiones en las balas, en las armas que ellos llevan. Así será el miedo que ellos tienen, que ni siquiera confían en esa gente”, explicó.

No obstante, Simonovis confía que el 90% de las Fuerzas Armadas estarán del lado de la Constitución y de los ciudadanos venezolanos.

Con respecto a la liberación de 1200 presos por retardo judicial. Simonovis explica que se trata de una estrategia para desestabilizar más la región por culpa de criminales.

“No es más que una estrategia, porque la mayoría de esos presos van a terminar en varios países latinoamericanos o inclusive dentro de los Estados Unidos y va a continuar los procesos de desestabilización desde Venezuela”, reiteró.