Desde el 28 de julio la migración venezolana incrementó significativamente. Aunque los puentes internacionales no están repletos de gente, como se observaba en oleadas migratorias anteriores, la situación es la misma, con la diferencia de los métodos: ya las personas no salen caminando sino en carros, taxis o autobuses.

La celebración de las elecciones presidenciales en Venezuela resultó determinante para quienes salieron del país. Aunque las actas electorales dieron ganador a Edmundo González Urrutia, el Consejo Nacional Electoral dio el triunfo a Nicolás Maduro. A raíz de esto, el flujo migratorio por los puentes internacionales incrementó.

De acuerdo con el exalcalde del municipio fronterizo Bolívar, William Gómez, desde la elección a diario salen entre 1500 y 2000 personas por los cuatro puentes que unen a Venezuela con Colombia. Lo hacen por esa frontera porque pueden ingresar a Colombia con el pasaporte vencido y sin sello de salida de Venezuela.

Además los distintos problemas diplomáticos del régimen de Maduro con países como República Dominicana, Panamá, Argentina e incluso España impulsan que la migración actual tenga prioridad por el Táchira ya que al cruzar la frontera, desde el aeropuerto de Cúcuta solo deben viajar a Bogotá y de ahí a cualquier lugar del mundo.

“También hay que considerar a quienes cruzan por esta frontera (la de San Antonio del Táchira) para atravesar Colombia y llegar hasta la Selva del Darién y de ahí emprender recorrido hasta Estados Unidos”, indicó Gómez.

Jóvenes no descartan ser parte de la migración venezolana

Dixon Rosales es un joven de 24 años que estudia Comunicación Social. Después del 28 de julio no descarta salir de Venezuela ante la incertidumbre que hay en el país y ante la necesidad humana de mejorar su calidad de vida y la de su mamá, de quien es responsable tras la muerte de su papá.

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Rosales logró viajar hace años a Colombia y conocer varias ciudades, lo que lo hizo reflexionar sobre las posibilidades que existen de vivir en tranquilidad y sin tantos problemas económicos o de servicio públicos.

“Después de esas vacaciones fue distinto todo para mi. Yo tengo 24 años y el chavismo 25 años, no conozco nada diferente y la verdad es que vivir así resulta catastrófico”, dijo el joven.

Asegura que sus compañeros también cuentan lo mismo. Todos están a la espera de lo que pueda pasar en el país para decidir si irse o quedarse. Todo depende de lo que suceda el 10 de enero de 2025 cuando deba ser juramentado el nuevo presidente de Venezuela.

De acuerdo con el también analista en fronteras William Gómez, esta es la sexta oleada migratoria que vive el país desde 2017. El diplomático y político David Smolansky detalló en un foro realizado en Washington que cerca de 180 mil venezolanos han salido del país desde la elección presidencial.