(Redactado por David Gallardo) Un migrante ecuatoriano asegura que ha rescatado a un niño menor de edad venezolano que se encontraba en peligro en la selva de Darién.
Los hechos se dieron a conocer gracias a un vídeo divulgado en varias redes sociales.
El joven ecuatoriano, quien también forma parte del grupo de personas que trata de atravesar la selva centroamericana para llegar a Estados Unidos, encontró a una venezolana con dos menores de edad, ella incapacitada por el cansancio físico, le pidió al joven que se llevara a los niños, pero ante las suplicas de la señora, terminó llevándose solo a uno.
El migrante ecuatoriano aseguró que apenas logré salir de la selva, entregará al niños a las autoridades pertinentes.
Más de 69.000 venezolanos han cruzado el Darién durante el primer trimestre del 2024
El gobierno de Panamá ha informado que al menos 69mil venezolanos han cruzado la selva de Darién durante el primer semestre del 2024.
El gobierno del país centroamericano informaron que entre el 1 de enero y el 31 de marzo de 2024 han pasado por la selva del Darién 109.069 migrantes irregulares, siendo una gran aumento en comparación a los 87.390 del mismo período del año pasado.
«La nacionalidades con mayor ingreso durante el 2024 son: venezolana: 69.568, ecuatoriana: 8.912, haitiana: 7.253 y colombiana: 7.030», detalló el Ministerio de Seguridad Pública, que acompañó el mensaje con el lema de su campaña ‘Darién no es una ruta’, con la que trata de incentivar el recorrido por otras vías migratorias hacia Norteamérica
El aumento de migrantes por el Darién en su trayecto hacia Estados Unidos o Canadá en busca de mejores condiciones de vida ha sido progresivo desde 2021, y se ha llegado a la cifra récord de más de 520.000 en 2023, el doble que el año anterior. Y para 2024 se espera un aumento de hasta un 20 % con respecto al año anterior.
Mucho peligro para los migrantes venezolanos
Los peligros a los que se deben enfrentar los migrantes en la selva del Darién son numerosos, desde los naturales, con crecidas repentinas de ríos o los ataques de animales salvajes, hasta la presencia de bandidos que roban y violan, o la falta de agua potable, contaminada muchas veces por los excrementos o los cadáveres de otros migrantes.
Superada la selva, Panamá registra a los migrantes a su llegada a las poblaciones indígenas o en los centros de recepción migratoria (albergues), donde les dan cobijo y alimento, para luego coordinar la salida en autobuses hasta Costa Rica, un desplazamiento que se deben costear ellos mismos.
