Por Ibéyise Pacheco
Un frecuente visitante de Miraflores recuerda que Maduro había comentado con sorna que le gustaba la idea de medirse con María Corina. Decía que era la que tenía menos pegada popular. Se equivocó y ahora está arrepentido, con miedo y cometiendo errores que han impulsado algo que se mostraba cuesta arriba: activar en el ciudadano el interés por participar en las primarias y catapultar a María Corina Machado como la líder opositora para medirse en las elecciones presidenciales previstas para 2024; y aunque lo que se asoma es un tortuoso camino donde Maduro tiene todas las cartas para la trampa, hoy la oposición está considerablemente mejor que ayer.
Los informes de la calle y las imágenes de ese pueblo, que Maduro tanto desprecia, registran un poderoso interés por una candidata que ha pasado a encabezar la unidad del liderazgo opositor, lo que este país necesitaba con urgencia y que parecía imposible.
La decisión de inhabilitar a María Corina se convirtió en un boomerang para el oficialismo que subestimó al ciudadano que rechazaba el tema político y que mostraba resignación y desesperanza. La inhabilitación potenció el interés por el proceso electoral del próximo año expresado antes en la participación de las elecciones primarias a celebrarse en octubre. Organismos internacionales, mandatarios -incluido un aliado natural como Gustavo Petro- y los medios de comunicación internacionales han visibilizado al régimen y su nula intención de celebrar elecciones libres. Los gobiernos democráticos han comenzado a cerrar filas y a alertar nuevamente sobre el talante despótico de Nicolás Maduro.
Otro elemento no menos importante en este proceso de medición interna de la oposición es la interesante activación de las maquinarias de los partidos políticos que flotaban en la anomia, anquilosadas y en algunos casos cooptadas en el desierto de la sobrevivencia.
Estos hechos se han desarrollado bajo el contexto de que la Corte Penal Internacional ha decidido reanudar la investigación sobre las violaciones de los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad que involucran a funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro, incluido él. No le han servido a Maduro los intentos de disuasión emprendidos por varias vías para procurar detener el proceso. “Venezuela no está investigando (y no expresa ninguna intención de investigar)” sobre los hechos denunciados, refiere el comunicado emitido por la sala de Cuestiones Preliminares de la CPI.
Todo este panorama adverso a Maduro, lo pone más peligroso. Los venezolanos hemos sufrido el ejercicio despiadado de un personaje que es capaz de todo para mantenerse en el poder, sin detenerse siquiera en la vida de los suyos.
Queda entonces organizarse mucho más, dejando a un lado los enfrentamientos y aprovechando estas circunstancias de la ola a nuestro favor.
En lo inmediato los venezolanos que vivimos fuera del país tenemos hasta este domingo 9 de julio para actualizar nuestros datos para poder votar en las elecciones primarias. Se trata de un procedimiento sencillo en el que solo hay que ingresar a la plataforma oficial de la comisión a través de primariaexteriorve.com y cumplir la ruta de seguridad de identificarse con una foto y el documento de identidad que se posea.
La posibilidad de volver a votar emociona. Sabemos que el plan de la cúpula de Miraflores está dirigido a desalentar al elector venezolano y anular cualquier elemento de esperanza en el voto. También procura desacreditar a la oposición para lo cual los alacranes son parte fundamental.
Nosotros sabemos que Maduro cuando está asustado es aún más implacable, pero sabemos igualmente que en ese estado comete errores. Recientemente en el acto de los ascensos militares acusó a la oposición de querer llevar al país a las guarimbas. No es casual que tal sentencia la emita ante el represor en las protestas. Con ese señalamiento Maduro está asomando su plan de violencia, de represión, de generar caos y su intención de responsabilizar de eso al liderazgo opositor. ¿La Fuerza Armada se volverá a involucrar en los mismos crímenes que ya los responsabiliza ante la Corte Penal Internacional?
También es previsible que Maduro apelará a sus trampas ya conocidas para bloquear o sabotear el proceso electoral que le será adverso. Para ello controla todos los poderes y aplica una censura feroz.
Maduro ha sentido de nuevo, y ahora con más fuerza, el rechazo de la gente. El venezolano sufrido está muy claro de quién es el principal responsable de su tragedia y en la primera oportunidad que pueda expresarlo por la vía del voto, lo hará.
Hay que votar. En las primarias y en las elecciones. Insistir y seguir. Hasta que lo logremos.
Fuente: Diario Las Américas