(Fuente: Infobae) El dirigente opositor Andrés Velásquez ha respondido a los dichos del presidente de Brasil, Lula da Silva, quien afirmó que “Nicolás Maduro no es un problema de Brasil, sino de Brasil”.

“Maduro es un problema para más allá de nuestras fronteras. Gobierno corrupto, promotor de la antidemocracia, generador de ruina, que obliga a su población a emigrar a otros países es, sin duda, preocupante para todos”, expresó Velásquez a través de X.

Velásquez, quien también fue gobernador del estado Bolívar, cree que el presidente brasilero está “equivocado”.

El mandatario de Brasil ha explicado que no puede continuar preocupándose por la política de Venezuela.

“Tenemos que tener mucho cuidado cuando lidiamos con otros países y otros presidentes. Yo creo que Maduro es un problema de Venezuela, no es un problema de Brasil”, declaró Lula, cuyo Gobierno tampoco ha reconocido la reelección del venezolano ante la falta de difusión de resultados desagregados.

Con información de Infobae

Maduro celebró las palabras de Lula, a quien atribuyó “un punto a favor”, pues -explicó en su programa semanal de televisión- “cada país tiene que buscar la manera de resolver sus asuntos, sus conflictos, sus problemas”.

Desde que el Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano declaró el triunfo de Maduro, el mandatario brasileño ha intentado mediar en el conflicto y ha reclamado que las autoridades del país caribeño publiquen los documentos que confirmen ese resultado, un pedido que ha sido ignorado.

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Luego de que el Gobierno brasileño vetara la entrada de Venezuela como miembro asociado del grupo de países emergentes BRICS, las autoridades del régimen venezolano criticaron el “injerencismo” del país vecino y llamaron a consultas a su embajador en Brasilia.

El ministro de Exteriores de Venezuela, Yván Gil, calificó el veto de Brasil como una “agresión inexplicable e inmoral”, además de mencionar que “el pueblo venezolano siente indignación y vergüenza” por este posicionamiento, comparándolo con las políticas del ex presidente Jair Bolsonaro.

“A través de una acción que contradice la naturaleza y postulado de BRICS, a representación de la cancillería brasileña, liderada por Eduardo Paes Saboia, decidió mantener el veto que Bolsonaro aplicó a Venezuela durante años, reproduciendo el odio, la exclusión intolerancia promovidos desde los centros de poder occidentales para impedir, por ahora, el ingreso de la Patria de Bolívar a esta organización”, reza un comunicado publicado en su canal de Telegram.

Agregó que “ninguna artimaña o maniobra concebidas contra Venezuela detendrán el curso de la historia”. “Venezuela engalana al Sur y el Este global con su firmeza en la defensa de la autodeterminación y la igualdad soberana de los Estados. Venezuela forma parte de este mundo libre y sin hegemonismos”.

Por su parte, Celso Amorim, asesor especial de política exterior de Lula, afirmó que el veto fue debido a un “quiebre de confianza”.

“La cuestión con Venezuela no tiene que ver con democracia, sino con una ruptura de confianza. Nos dijeron una cosa y no fue hecha”, argumentó.

Esto se debió a qué, según los brasileños, Maduro había acordado entregar las actas del Consejo Nacional Electoral que confirmaban su reelección pero no lo hizo. “Nosotros actuamos de buena fe, pero con Venezuela se rompió la confianza”.

Luego del conflicto diplomático entre ambos países, la Policía Nacional Bolivariana publicó una imagen con una silueta de Lula sobre la bandera de Brasil, en la que escribió: “El que se mete con Venezuela se seca”.

El Ejecutivo de Lula criticó el tono “ofensivo” de esas manifestaciones y dijo que el uso de “ataques personales”, en vez de los canales políticos y diplomáticos tradicionales, “no se corresponde con la forma respetuosa con que el Gobierno brasileño trata a Venezuela”.