(Fuente: TalCual) El candidato presidencial, Enrique Márquez, ha desestimado el acuerdo impuesto por el Centro Nacional Electoral (CNE), tildándolo como «inútil e incompleto».

El pasado 20 de junio, el presidente del ente electoral, Elvis Amoroso, presentó un acuerdo que, entre otros puntos alarmantes, obligaba a los suscritos al documento a aceptar los resultados de las elecciones presidenciales del próximo 28 de julio.

«Ese acuerdo es inconsulto, es inútil e incompleto. Esa es nuestra descripción del acuerdo. Creo que se equivoca Maduro pretendiendo imponer órdenes a la oposición», dijo Márquez este viernes 21 de junio.

«No veo alguna sanción que se me pueda imponer, pero si estamos preparados para afrontar cualquier factura que intente pasar el gobierno. Veremos lo que ocurre más adelante», apuntó en una rueda de prensa.

Al ser preguntado sobre si teme que el régimen de Nicolás Maduro tenga en marcha una estrategia para no entregar el poder si pierde las elecciones, dijo que el mandatario se quebró políticamente.

«Desde mi punto de vista no tiene fuerza política para hacer alguna jugada. Si él pierde va a entregar. Esto no es un gobierno chavista sino un gobierno madurista con una pequeña rosquita», expresó.

Con información de TalCual

Márquez, por otra parte, se refirió a la solicitud del diputado de la fracción judicializada del partido Copei Jaime González al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de suspender cualquier proceso electoral en Venezuela, incluyendo las presidenciales convocadas para el venidero 28 de julio, hasta tanto no cesen «todas las sanciones» sobre el país.

Al respecto, aseguró desconocer las razones que llevaron al parlamentario a hacer esa solicitud. Agregó que una suspensión de los comicios «significaría (para el Gobierno) el reconocimiento de que ‘estoy perdido y busco ordenar el juego», asunto que dudó podría funcionarle por demasiado tiempo porque la administración oficialista «no tiene capacidad para generar bienestar».

«Si Maduro suspende las elecciones se enterrará en el foso por el repudio del pueblo», subrayó.

En la rueda de prensa, el equipo de comunicaciones de Márquez mostró a periodistas una misiva que hizo el candidato al mandatario Nicolás Maduro en la que tras recordar la crisis económica y social que vive el país, aseguró que las elecciones del 28 de julio no son una más.

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«Es una oportunidad única para reconstruir la confianza, para sanar las heridas y para encaminar al país hacia una era de paz y prosperidad. Y para lograrlo, necesitamos un verdadero compromiso con el pueblo venezolano, con el diálogo político, con los valores democráticos, con el respeto a los derechos humanos y la justicia social», dijo.

Agregó que los venezolanos «merecen un plan de acción concreta que refleje la voluntad política de hacer un cambio de rumbo, que coloque por delante los derechos de la gente, que por primera vez en mucho tiempo el poder no sea utilizado para desconocer sus justas demandas, merecen que los políticos nos pongamos a la altura del momento que demanda nuestra patria».

Propuso al Ejecutivo a construir una «agenda para un gobierno de unidad nacional por la paz y la transformación de Venezuela». Explicó que esto se trataría de un acuerdo de convivencia y transformación «que no sea sólo una declaración de buenas intenciones», sino un camino claro hacia la reinstitucionalización democrática y la estabilización.

Sugirió que la agenda desarrolle cuatro líneas políticas que puedan ser instrumentadas a través de la creación de cuatro comisiones de Estado, de conformación paritaria, que entreguen sus resultados en el primer trimestre siguiente a las elecciones presidenciales del 28 de julio.

La primera instancia la nombre como Comisión Especial para la Paz y la Convivencia. «Esta comisión trabajará para desarrollar instrumentos de amnistía general y sentar las bases para la justicia transicional, permitiendo que los ciudadanos venezolanos recuperemos la confianza en nuestras instituciones y en nosotros mismos».

Otra de las comisiones sería de «Política de Alto Nivel», que tendría como objetivo abordar los elementos que «erosionan nuestra democracia y alimentan el conflicto como lo son: la reelección indefinida, el referéndum revocatorio, la amplia discrecionalidad presidencial para convocar una Asamblea Nacional Constituyente. Además, discutirá sobre otros elementos que pueden darle fortaleza: el regreso a la bicameralidad legislativa y la doble vuelta para la elección presidencial».

También enumeró la Comisión de Normalización de las Relaciones Exteriores que estará encargada de coordinar las acciones necesarias para normalizar relaciones estratégicas en la región, así como también para recuperar activos y lograr el levantamiento de las sanciones para recuperar el equilibrio económico y social.

Finalmente calificó de necesario instalar una Comisión de Políticas Públicas. «Esta comisión debe proponer un conjunto de iniciativas que reflejen nuestro compromiso con la recuperación», añadió.