(Fuente: Efecto Cocuyo) El politólogo Miguel Barone y la ONG Voto Joven consideran que el simulacro electoral realizado el 30 de junio funcionó para afianzar la narrativa del supuesto apoyo popular que disfruta Nicolás Maduro y la fuerza de movilización que tiene a través de su maquinaria roja.
No se espera menos, sino mucho más, para el 28 de julio, cuando está en juego la permanencia en el poder, sin que el Consejo Nacional Electoral (CNE) tome medidas para evitar o sancionar y sin que la mirada de los observadores del Centro Carter y Naciones Unidas (ONU) sirvan para que se cuiden las formas.
Con información de Efecto Cocuyo
Ventajismo potenciado
“El ventajismo se va a exacerbar el 28 de julio. El chavismo utilizó el simulacro completo, no sólo en el marco de la participación electoral sino en todo lo que están dispuestos a movilizar el día de las elecciones, incluida la violencia física contra opositores, puntos rojos, propaganda electoral, movilización de gente a través de la coacción, no hay nada nuevo. Es el chavismo haciendo lo que sabe en los procesos electorales, pero esta vez exacerbado porque es su forma de intentar cerrar la brecha para ganar las presidenciales”, señaló Barone.
Durante un recorrido realizado por Efecto Cocuyo por varios centros de votación, habilitados para el simulacro se pudo constatar, por ejemplo, en la escuela José de Jesús Arocha en Petare el despliegue de la maquinaria del 1×10 del Psuv, materializada en el férreo control de los votantes por parte de jefes de calle y de comunidad, quienes libreta en mano, chequeaban nombres y cédulas en listas hechas en cuadernos.
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De dicho control de votantes, la coordinadora nacional de la ONG Voto Joven, Wanda Cedeño, destacó un elemento novedoso para este simulacro: que el Plan República creo colas de empleados públicos aparte de los votantes en general y personas con discapacidad y adultos mayores. Esto, debido a la “presión” de los jefes de los trabajadores públicos que no cesaban en sus llamados para que asistieran al ensayo y se tomaran fotos en los centros de votación como constancia de la participación que debían enviar por WhatsApp.
La “distinción” no fue bien vista por el resto de los electores presentes, que se quejaban de que los funcionarios pasaban antes mientras a ellos se les dejaba esperando para entrar al centro de votación.
“Es importante destacar el rol que tuvo el Plan República que estuvo separando funcionarios públicos de votantes regulares, es un hecho que no es regular para el proceso de la elección y si ocurre el 28 de julio es necesario denunciarlo y exigir que todos los votantes sean tratados por igual”, advirtió Cedeño.