La presencia de Rusia en Venezuela se ha hecho notar en los últimos años, ya no se trata de un secreto o de un camuflaje binacional, ahora existen vínculos mucho más fuertes que se disfrazan en tratados turísticos para ocultar los verdaderos objetivos del régimen soviético.
Rusia y Venezuela son grandes aliados desde los días de gobierno del presidente fallecido Hugo Chávez, quien se acercó a esta potencia socialista para separarse de la influencia de Estados Unidos en América Latina, sin embargo más allá de cualquier movimiento geopolítico, el peligro de estos primeros apretones de manos fue el enfoque militar y bélico.
Han pasado al menos 15 años de estos primeros acuerdos y ahora Venezuela se ha transformado en un limbo geopolítico donde los rusos viajan para disfrutar de sus vacaciones. Esta situación se dio a lugar por la guerra que sostiene Rusia con Ucrania, lo cual provocó sanciones aéreas y comerciales que limitaron al país soviético en sus destinos turísticos y/o comerciales. Aquí es cuando aparece Venezuela con una ruta aérea neutral, pero cómplice de esta lamentable situación.
Su ruta en Venezuela está ubicada en tren puntos turísticos
Aunque Caracas y Canaima son puntos destacados para el turismo de los rusos, en la isla de Margarita se ha establecido un trato especial con los extranjeros, donde son entrenados previamente por venezolanos y se hospedan en los mejores hoteles.
Una investigación realizada por el portal periodístico Infobae asegura que se emplean radares rusos P18 en el complejo misilístico de la Brigada de Defensa Los Andes, para explorar espacio aéreo colombiano y se emplean dos radares chinos, entre ellos el que está en Santa Bárbara de Barinas. El uso del radar DW- 001, que es pasivo, no emite radiación electromagnética activa, sino que es espía, por lo que recibe y capta las señales de aeronaves en espacio aéreo colombiano. Esta información es obtenida por un general de la Aviación Militar de Venezuela, quien desea mantenerse en el anonimato.
En Venezuela ya hay dos bases militares rusas, según un exjefe del servicio de inteligencia
El director del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), Manuel Ricardo Cristopher Figuera, el hombre desconoció a Maduro a finales de abril de 2019 y llamó a los militares del país a darle la espalda, tras anunciar su respaldo al gobierno encargado que había proclamado meses antes el líder opositor Juan Guaidó.
Tras participar de la llamada Operación Libertad, con la que los opositores intentaron derrocar sin éxito al mandatario socialista, Figuera huyó del país, y también comenzó a soltar información delicada en la que destacó que Rusia ya tiene armas y tropas en dos bases militares en Venezuela, de forma secreta, reveló un exjefe del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) del país caribeño.
“Es tal la entrega de soberanía que el gobierno ruso, haciendo uso de un derecho abrogado, recientemente, en el tablero geopolítico mundial de negociaciones ante la crisis en Ucrania, generada por Rusia para frenar el supuesto avance de la OTAN en territorios de Europa del Este, amenazó con colocar en Venezuela más infraestructura y medios militares de gran nivel; teniendo el territorio de Venezuela como cabeza de playa y plataforma para la colocación de armas defensivas y ofensivas de grandes capacidades, superando por mucho a la Base Militar Rusa creada dentro de la 41°Brigada Blindada en la ciudad de Valencia, estado Carabobo, o la que está Manzanares, estado Miranda, donde funciona la Base Militar Rusa de Exploración de Comunicaciones e Inteligencia que protege al tirano a quien tu Vladímir, llamas Comandante en Jefe. Cuyo único objetivo es amenazar la seguridad nacional de Estados Unidos”.
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Las fuentes aseguran que su presencia es irreversible y es aliado derecho del régimen venezolano, con ellos consiguen armamento, inteligencia y estrategia militar. Ahora el camuflaje turístico y donde Venezuela no ha dejado de percibir miles de dólares.