(Fuente: Nota de prensa / Todos los créditos a Transparencia Venezuela) El régimen de Nicolás Maduro, a través de la Asamblea Nacional Chavista, sancionó la Ley de Presupuesto Nacional 2024 junto a la Ley Especial de Endeudamiento y Plan Operativo Anual, pero no dejó que los venezolanos, la asociación civil o cualquier ONG pudiese participar o conocer cómo se utilizarían los recursos del país.
Ante tanta opacidad Transparencia Venezuela presenta hoy el informe Nuestro Presupuesto 2024, gracias a una filtración que llegó al Diario Tal Cual.
POCOS BENEFICIOS Y MUCHA DISCRECIONALIDAD
Parece más, pero no es. Aunque el presupuesto 2024 parece duplicar el presupuesto 2023, en términos reales no acorta la caída del presupuesto nacional durante los últimos 14 años, a expensas de la desmejora de la vida de los venezolanos. Según cifras de la Ley de Presupuesto 2024, la caída de sueldos y salarios es real; la precariedad de los servicios públicos (educación, salud, agua potable, electricidad, entre otros) salta a la vista; y el colapso del sistema de pensiones mantiene en mengua a los adultos mayores, mientras se prevé que la tasa de inflación continúe su tendencia de tres dígitos y alcance una subida de precios de hasta 176 % respecto al año 2023.
El misterio Fonden. 61% del gasto del Presupuesto Nacional se concentrará en las carteras de Economía, Finanzas y Comercio Exterior, Relaciones Interiores, Justicia y Paz, y Educación. El Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden) gestionará 83 % de lo asignado al Ministerio de Economía, sin detalles de los proyectos y las metas a alcanzar. Más opacidad.
Pagan más los que tienen menos. 86% de los ingresos tributarios proyectados en la ley de presupuesto proviene de impuestos regresivos como los impuestos al consumo, el IVA y el IGTF. Esto significa que la tasa impositiva disminuye a medida que aumenta el ingreso. Los impuestos regresivos imponen obligaciones de pagos desproporcionadas a quienes no tienen capacidad económica, y aumentan la brecha social.
Alcaldías y gobernaciones asfixiadas. Al ubicar en la Ley de Presupuesto los ingresos petroleros como extraordinarios, el gobierno reduce la asignación al Situado Constitucional para los estados y los municipios. Pero en realidad estos ingresos petroleros son ordinarios. ¿O es que el gobierno no planifica la producción de su principal fuente de ingresos? ¿O la empresa pública no planifica su producción? Los recursos asignados a los gobiernos regionales y municipales representan apenas 9% del total del presupuesto, lo que explica la poca capacidad de gestión que tienen alcaldes y gobernadores.
Más que el año pasado, pero menos para los sectores sociales. El monto total del presuesto asignado para gastos es de USD 20.000 millones al cambio de diciembre 2024, pero en el Ministerio de Educación tiene asignado 18% menos que en 2023. Al Programa de Alimentación Escolar le estipularon 641 millones de bolívares (USD 17,9 millones) para atender 5.169.271 niños, niñas y adolescentes, lo que equivale a solo 3,4 dólares por cada niño para todo el año, y el salario mínimo es de 4 dólares al mes. Las perspectivas para esos estudiantes no son alentadoras.
El Presupuesto Nacional ignora el colapso de la salud pública. Al área de Salud le asignaron 4,17 % del presupuesto (31 % menos que 2023). Menos plata, pero además casi 15 mil médicos menos.
Mucha deuda y pocos proyectos. El endeudamiento para el ejercicio fiscal 2024 asciende a un poco menos de USD 3.000 millones, con solo cuatro proyectos nuevos, mientras que otros proyectos deberían haber culminado hace años.
¿SOLUCIÓN O PROBLEMA PARA VENEZUELA?
En Venezuela, el presupuesto nacional se ha convertido en un problema. Para este año fiscal no favorece a las áreas más críticas del país, de acuerdo con el informe Nuestro Presupuesto 2024, de Transparencia Venezuela. Tampoco cumple con los principios de transparencia, especificidad, progresividad tributaria y eficiencia asignativa del gasto.
La enorme opacidad en la Ley Presupuesto y la ausencia de rendición de cuentas siguen abriendo riesgos de corrupción y fortaleciendo el patrón de Gran Corrupción, que Transparencia Venezuela ha venido registrando durante 20 años de seguimiento a la gestión pública. Y también explican la persistencia de la Emergencia Humanitaria que ha producido una migración forzosa que no cesa. En 2023, en 9,9 % de hogares encuestados por la plataforma HumVenezuela, al menos un miembro tenía intenciones de emigrar al extranjero, empujados por una pobreza multidimensional que ha afectado a 69,6 % de la población.
Como indica la Encuesta de presupuesto Abierto 2023, publicada el pasado miércoles, donde Venezuela tuvo 0/100 en transparencia, muchos gobiernos de la región están implementando herramientas de presupuesto abierto, con participación en la formulación, seguimiento y control de la gestión, mientras que Venezuela, desde 2017, no publica el presupuesto en gaceta oficial y, desde hace cuatro años, tampoco los créditos adicionales y cambios que se supone que la Asamblea Nacional aprueba con regularidad, sin que se sepa al menos a qué están destinados.