(Fuente: El Nacional) El gobierno de Argentina ha negado haber favorecido el escape de la exministra María de los Ángeles Duarte desde su refugio en la embajada argentina en Quito a Venezuela, por lo cual se desliga de los asuntos de seguridad de Ecuador.

«El gobierno argentino, la Cancillería argentina, no tiene que ver con las cuestiones de seguridad en Ecuador. Con lo cual, cómo haya sucedido es algo que nos excede», declaró Gabriela Cerruti, portavoz de la Presidencia Argentina.

La exministra abandonó la residencia argentina en Quito, en la cual estuvo refugiada durante más de dos años y medio para no ir a prisión por una condena de 2020 a ocho años de cárcel en un caso criminal de corrupción.

Este escape dio a lugar luego que el gobierno de Argentina le concediese el asilo que había solicitado, pero el Estado de Ecuador se opuso a entregarle un salvoconducto para que viajase a Buenos Aires sin ser detenida.

Argentina y su defensa a la exministra

Argentina también elevó el caso Duarte -que ocupó la cartera de Obras Públicas entre el 19 de febrero de 2015 y el 6 de enero de 2017- a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para su intervención.

Aunque la salida de Duarte se hizo pública la noche del lunes, se desconoce aún el momento exacto en que abandonó la residencia de la embajada argentina, así como la forma en que se desplazó a Venezuela, donde el martes llegó a la sede diplomática de Argentina en Caracas, cuyo gobierno no se ha pronunciado sobre el asunto.

Una de las hipótesis que maneja la Policía Nacional de Ecuador es que la exministra salió de la residencia en un vehículo diplomático, en tanto el gobierno ecuatoriano no descarta que pudo haber existido negligencia y complicidad de la Embajada argentina.

«Las cuestiones de seguridad de Ecuador las maneja Ecuador y no Argentina. Ese es un tema que tendrá que responder quienes estaban a cargo de la seguridad», respondió Cerruti.

Las relaciones entre Ecuador y Argentina se tensaron al punto de anunciar la expulsión de sus respectivos embajadores por la fuga a Venezuela de Duarte, pero no han llegado al extremo de la ruptura de relaciones diplomáticas.

«(El caso Duarte) es un tema de discusión en este momento con la querida nación ecuatoriana, pase rápidamente y podamos encontrar una solución», afirmó Cerruti.

Cerruti se apoyó este jueves en las declaraciones del canciller ecuatoriano, Juan Carlos Holguín, quien había indicado que el caso Duarte no debe afectar de ninguna manera a las relaciones bilaterales a mediano y largo plazo.

La portavoz argentina consideró que se trata de una situación puntual e insistió en que ambas naciones tienen relaciones «de cercanía y hermandad» como con todos los países latinoamericanos.