(Fuente: Radio Bio Bio) Los diputados del partido político Unión Demócrata Independiente (UDI), Juan Manuel Fuenzalida y Felipe Donoso, han exigido al gobierno de Gabriel Boric de decretar el cierre temporal de la frontera terrestre en el norte de Chile y establecer un resguardo permanente en los pasos irregulares ante la nueva oleada de migrantes que se puede producir tras la crisis que se está desarrollando en Venezuela.

Junto a esta exigencia, también señalaron la preocupación que tienen con referencia a la crisis impuesta por el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, pero a su vez recordaron los números que detalló el gobierno chileno sobre si continua en el poder Maduro, se esperaría entre 200 y 300 mil venezolanos que tratarían de ingresar al país tricontinental.

Los diputados de la UDI también señalaron los 20 mil extranjeros, señalados por la ministra de Interior, Carolina Toha, que no han podido ser ubicados ni mucho menos deportados.

Por lo mismo, los diputados Fuenzalida y Donoso calificaron como “indispensable” que en el norte de Chile se avance en un cierre temporal de la frontera terrestre -salvo para actividades comerciales-, reforzando también la seguridad en los cerca de 50 pasos irregulares que existen en la misma zona.

“Ante el recrudecimiento de la crisis política y social que vive Venezuela, y mientras el narcodictador Nicolás Maduro siga aferrado al poder, nos parece indispensable que el Gobierno decrete el cierre de la frontera terrestre en el norte de nuestro país, como una manera de evitar un ingreso irregular de migrantes. Desde un inicio hemos manifestado que cualquier extranjero que quiera entrar a Chile de manera formal, va a ser bienvenido. Sin embargo, desde hace mucho tiempo que nuestro país ya no está en condiciones de recibir una oleada como la que se proyecta, de manera que la actual administración tiene la obligación de adoptar medidas concretas”, señalaron ambos legisladores.

Con información de Radio Bio Bio

En esa línea, los parlamentarios de la Bancada UDI apuntaron también a la dificultad que mantiene Chile a la hora de tratar de expulsar o reconducir a los extranjeros que ingresen, por ejemplo, a través de la frontera con Bolivia, ante la falta de tratados internacionales que regulen dicha materia.

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Por lo mismo, Fuenzalida y Donoso reiteraron que “el único camino que nos queda para impedir una oleada masiva de extranjeros irregulares, es decretando el cierre temporal de la frontera terrestre”.

“Si sólo el 1% de los extranjeros que intenten ingresar a Chile tienen antecedentes penales en sus países de origen, tal como ha ocurrido durante los últimos años, estaríamos recibiendo entre dos y tres mil delincuentes nuevos. Eso es lo que debemos evitar con el cierre de las fronteras”, insistieron.