(Fuente: Infobae / Sebastiana Barráez) Cientos de familiares venezolanas claman por ayuda en su Embajada ubicada en el Líbano para huir de la guerra que ha destruido sus hogares y que se mantienen actualmente en refugios o en la calle. La sede diplomática no ha mostrado eficiencia para atener la crisis.

Casos como los de Eneisa, ciudadana venezolana y casa con un ciudadano libanés, que perdió su casa en la ciudad de Baalbek en el Valle de Beca, que fue bombardeada hace dos semanas.

“Me he dirigido, por correo electrónico y por las redes sociales, y no obtengo respuesta para la salida de mi esposo. Lo que sé es que están atendiendo presencialmente y muchos de nosotros no podemos, porque no tenemos los recursos, bien sea porque el camino es peligroso o porque estamos muy alejados de Beirut”, denunció Eneisa que se encuentra fuera del Líbano, pero su esposo sigue atrapado en medio de la guerra.

La venezolana relata que sus vecinos murieron, pero su esposo y resto de la familia logró escapar y llegar a Siria y meterse en un refugio.

Destaca Eneisa que “somos más de dos mil venezolanos en el Líbano y le solicitamos a la embajada que activen un link para poder registrarnos sin tener que ir personalmente a la embajada; muchos no han podido ir porque ha sido difícil, no tienen recursos o están en ciudades muy alejadas”.

Solicita que se habilite “por parte del gobierno venezolano vuelos humanitarios, que se agilicen los trámites ante la embajada de Beirut y que podamos retornar a nuestro país sanos y salvos, porque muchas personas se están enfermando por los gases tóxicos y están muriendo”.

“Hubo un vuelo humanitario que partió desde Siria a Venezuela, pero la embajada en el Líbano solo llamó a 40 ciudadanos venezolanos de los miles que han podido llenar el formulario, porque muchos, como mi esposo, no han logrado llegar al lugar”, finaliza diciendo.

Con información de Sebastiana Barráez

Casi mil dólares el pasaje

Al reclamo de Eneisa se suman decenas de venezolanos que reclaman la atención del embajador de Venezuela en el Líbano, General en Jefe (Ej) Jesús Gregorio González González. Muchos venezolanos manifestaron su temor a declarar por las consecuencias que puede traerles exponer la situación que viven por la guerra y por la inacción de la embajada.

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Una mujer, que vive al norte del Líbano, se ha convertido en vocera de “mujeres venezolanas criollas” casadas con hombres libaneses las cuales viven en el sur del país; están pasando lo peor para una mujer, esposa y madre de menores. “A algunas se les derrumbaron sus viviendas, a otras se les murió el marido quedándose desamparadas con hijos menores”.

Asegura que “algunas de esas mujeres, con el bombardeo solo salieron con la ropa que tenían puesta, sin poder siquiera sacar sus documentos personales. Están refugiados en colegios sin obtener ayuda por no tener sus pasaportes. Y, muchos otros casos parecidos”.

La Embajada de Venezuela en el Líbano está obstruyendo, no ayudando. Incluso a los que logran llegar a la embajada pidiendo renovar o actualizar sus documentos o los de sus hijos, para poder salir del país, les solicitan muchos papeles, todos firmados por los ministerios Exterior e Interior, lo que es imposible para quienes no pueden moverse por el bombardeo y no tienen dinero para esos gastos”.

“Parece que no quieren ver que estamos en guerra y los muertos son miles. Estamos sintiendo que los venezolanos en el Líbano están siendo castigados por la embajada y no sabemos por qué”.

Relata que “hicieron un viaje al que llamaron humanitario, en que centenas de personas se anotaron, pero solo subieron 37 personas al avión; la mayoría no pudo viajar porque los nombres los escogió la embajada y otros porque el costo del pasaje fue de 920 dólares por mayores de edad y 520 dólares por mayores de 12 años”.

“Después supimos que ese viaje fue programado por la embajada de Siria, aunque la embajada del Líbano publicó los videos diciendo que fueron ellos los que hicieron ese viaje, que según los que lograron viajar fue muy doloroso y angustioso”.

Manifiesta su impotencia por no poder hacer más por las mujeres venezolana que están al sur del país. “Nadie puede llegar ahí para poder ayudar. En mi zona llegaron muchos desplazados y los hemos refugiado, pero los venezolanos no pudieron salir. Hay varias familias venezolanas afligidas, sin recursos, sin papeles, sin dinero. Y no cuentan con su embajada”.

“Alguien debe llegar a esas familias venezolanas y sacarlas del sur y hacerlas viajar a sus tierras. Lamentablemente estoy con las manos atadas y me duele mucho que compatriotas estén pasando por todo eso”, dice para finalizar.