La administración de Donald Trump eliminó a Colombia de la lista de aliados en la lucha contra el narcotráfico por incumplir manifiestamente sus obligaciones internacionales, según un comunicado del Departamento de Estado.
Esta descertificación, que afecta a Afganistán, Bolivia, Venezuela y Birmania, critica el récord histórico de cultivo de coca y producción de cocaína bajo Gustavo Petro, cuyos “fallidos intentos de llegar a acuerdos con grupos narcoterroristas solo han exacerbado la crisis”. Esta medida, que podría costar a Bogotá 380 millones de dólares anuales en ayuda militar.
El Departamento de Estado urgió a Colombia a “adoptar medidas agresivas para erradicar la coca y reducir el tráfico de cocaína, responsabilizando a quienes se benefician de ella, incluyendo cooperación con EE. UU. para capturar líderes de organizaciones criminales”.
Petro confirmó la descertificación en un consejo de ministros, lamentando que ocurra “después de decenas de muertos, de policías, soldados y gente del común tratando de impedir que les llegue la cocaína”. Sin embargo, el cultivo de coca ha aumentado 70% desde 2022, según estimaciones de la ONU y el gobierno colombiano, agravado por pactos con guerrillas como el ELN y disidencias de las FARC. La descertificación impactará la cooperación contra carteles como el Clan del Golfo, financiados por el narcotráfico chavista.
A pesar de la sanción, EE. UU. extendió un waiver para asistencia vital, reconociendo el coraje de las fuerzas colombianas, pero culpando directamente a Petro. Altos mandos colombianos viajaron a Washington la semana pasada para defender esfuerzos, destacando 889 toneladas de cocaína incautadas en 2024, pero la descertificación —primera desde 1997— es un golpe simbólico a un aliado histórico.