José Gregorio Noriega, un ex diputado venezolano cuya trayectoria política se alteró profundamente en 2019, fue expulsado de Argentina tras ingresar al país por un paso fronterizo desde Brasil. Su presencia no pasó inadvertida, y las autoridades argentinas resolvieron su salida en pocos días. Noriega, quien fue militante de Voluntad Popular durante más de seis años y antes perteneciente a Un Nuevo Tiempo, fue diputado suplente por el estado Sucre entre 2011 y 2016 y luego electo diputado principal para el periodo 2016-2021, resultando el candidato más votado en su circuito.

En enero de 2018, Noriega presentó una carta de renuncia al partido por considerar un error estratégico la decisión de no participar en las elecciones municipales, en aras de mantener lo que describió como una actitud de «inercia política» y sin una visión clara para enfrentar la crisis venezolana. Un año después, fue acusado por Voluntad Popular de participar en la llamada «Operación Alacrán», un plan de sobornos para impedir la reelección de Juan Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional.

La investigación interna concluyó que Noriega había colaborado con el régimen de Nicolás Maduro y facilitado la operación, al punto de representar una «traición» para su partido y electores. A pesar de las acusaciones, Noriega negó los señalamientos, tachándolos de falsos y sugiriendo que formaban parte de un conflicto interno. Fue expulsado formalmente por Voluntad Popular tras un proceso aprobado por la fracción parlamentaria.

A comienzos de 2020, en medio de la crisis institucional, se sumó a una directiva parlamentaria paralela auspiciada por el chavismo, que desconocía la reelección de Guaidó. En esa línea, fue proclamado vicepresidente segundo de esa junta legislativa impuesta, junto a Luis Parra como presidente y Franklyn Duarte como vicepresidente primero.

Estados Unidos lo sancionó el 13 de enero de 2020, junto a otros diputados que apoyaron esa directiva alternativa, congelando sus bienes y vetando operaciones financieras con ciudadanos estadounidenses. La Unión Europea lo incorporó a su lista de sancionados el 29 de junio de ese mismo año, incluyendo prohibiciones de viaje.

Según registros parlamentarios, su figura quedó inmersa en el entramado de divisiones opositoras: electo por Voluntad Popular, renunció en 2018, volvió tenuemente a comienzos de 2019, fue expulsado a finales de ese año y pasó a engrosar la directiva ad hoc impulsada desde el oficialismo. Su historial legislativo también fue cuestionado: Transparencia Venezuela reportó un 71% de inasistencias, 8% de permisos y solo 21% de asistencia efectiva en las sesiones de 2017.

La breve estadía de Noriega en territorio argentino ocurre justo cuando el gobierno local, liderado por Javier Milei, endurece su posición frente al chavismo. En agosto, el Ejecutivo incluyó al Cartel de los Soles en el registro de organizaciones terroristas, alineándose con decisiones similares adoptadas en Ecuador y Paraguay. La expulsión de Noriega refuerza ese giro político, reflejando la creciente presión internacional contra Maduro, tras la designación del Cartel de los Soles como organización terrorista global por EE.UU., con una recompensa de 50 millones de dólares por su captura.