(Fuente: Alberto News) El gobierno de Panamá evaluará nuevas medidas de seguridad en la frontera con Colombia a causa del aumento de la migración por el paso fronterizo entre ambos países.

La administración del presidente Laurentino Cortizo está tomando en consideración cerrar el acceso a los migrantes. “Este tema solidario se ha convertido en un problema de seguridad nacional. Próximamente el Estado va a tomar ciertas determinaciones”, dijo el pasado viernes el ministro de Seguridad Pública, Juan Manuel Pino, quien además señaló que las decisiones en todo caso las tomaría el “consejo de gabinete”.

Con información de Alberto News

Precisamente, ayer lunes, Pino se reunió con otros ministros para abordar el tema y llevarlo hoy a gabinete, según fuentes de seguridad.

Y es que la muerte, los robos, las agresiones sexuales, la trata de personas, los daños ambientales, son temas que prevalecen en la frontera de Panamá con Colombia, a raíz del paso irregular de miles de personas que buscan llegar a Estados Unidos. Esto lo advierten las autoridades panameñas. Parte del drama humano que se vive en la jungla está registrado en videos que publican los mismos migrantes.

El país pasó de recibir en “un año” a 25 mil 407 (2016) migrantes a 56 mil en “un mes” (agosto de 2023). A la fecha, han pasado por dicha frontera 320 mil migrantes de múltiples países. De esos 320 mil, el 20% cerca de 60 mil, son menores de edad. Esta realidad, a juicio de la directora de la Autoridad Nacional de Migración, Samira Gozaine, agrava más la situación.

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Pero, ¿es posible cerrar el paso fronterizo entre Panamá y Colombia? La tarea no es fácil, pues la misma Gozaine advirtió que se trata de 266 kilómetros de jungla.

El objetivo de Panamá

Según las autoridades panameñas, el país ya ha invertido casi $70 millones en el cuidado y alimentación de migrantes y no está recibiendo apoyo ni de organismos internacionales, ni de ninguno de los países por donde pasan en primera instancia estas personas que intentan llegar a Estados Unidos.

“Algunos países del Sur le han dado la espalda al problema”, dijo el ministro Pino, mientras que Gozaine cuestionó el papel de los “organismos internacionales”. “Para mí el principal actor son los organismos internacionales, que tienen la culpa, porque ellos siguen hablando de esto como movilidad urbana y derechos humanos y esto que nosotros presenciamos no es un derecho humano”, añadió.

Gozaine manifestó que los organismos internacionales quieren hacerles sentir que las autoridades panameñas se oponen a la migración. Ella dice que no se opone a que una persona migre. “Me opongo es a que lo haga de esa forma, en donde el crimen organizado sea quien se beneficie”, precisó.

Sufren los niños, el ambiente y los pueblos

La directora de la Autoridad Nacional de Migración además indicó que los organismos internacionales quieren decirle qué hacer, pero, agregó, “no ayudan” con fondos “ni con una intervención real”. “Estamos cometiendo situaciones realmente violatorias a los derechos de los niños, que no tienen voz y los organismos internacionales que los deben proteger, como la Unicef (el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, por sus siglas en inglés) no está haciendo nada. Vienen donde mí a preguntarme ¿qué haces tú cuando esos niños llegan? Pero yo les digo: ¿por qué no van a Colombia y preguntan: ¿por qué lo dejan pasar? Allá en Colombia no hacen nada. Allá es un negocio, no hay autoridades…” , señaló en una entrevista con TVN.

En la Conferencia Suramericana sobre Migraciones, celebrada la semana pasada en el país, Gozaine pidió a los países apoyo y dejó por sentado que “no hay nada humanitario en seguir permitiendo esta migración. Hemos detectado en el flujo de migrantes más de 200 con diferentes crímenes (pedófilos, homicidas y terroristas)”.