(Fuente: Efecto Cocuyo) El próximo 20 de marzo se cumplirá un año desde el último registro de los gritos desesperados de Dignora Hernández frente a su detención. Actualmente se encuentra secuestrada en El Helicoide.

Su detención fue realizada a cuatro meses de las elecciones presidenciales del 28 de julio, las cuales fueron fraudulentas por el régimen de Nicolás Maduro.

Hernández fue montada en un vehículo a la fuerza, situación que quedó grabada en una vídeo que rápidamente se viralizó en las redes sociales. El trabajo de Hernández estaba reflejado en la campaña emprendida por María Corina Machado.

Con información de Efecto Cocuyo

En enero de ese año, ya Vente Venezuela, el partido de Machado, había denunciado una persecución contra las y los dirigentes regionales de su organización política, tras contabilizar la aprehensión de Juan Freites (Vargas), Luis Camacaro (Yaracuy) y Guillermo López (Trujillo).

Pero lo que no sabían es que la detención de Dignora era el inicio de un ataque que organizaciones defensoras de derechos humanos y partidos políticos calificaron como una “ola represiva” contra las y los principales líderes de Vente Venezuela antes de los comicios presidenciales del 28 de julio.

“Lo más difícil fue tener que comunicarle a toda la familia que mi tía había sido detenida”, contó María Laura Márquez, sobrina de Dignora Hernández, en una entrevista telefónica con el equipo reporteril de Efecto Cocuyo.

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Los familiares de Dignora, quien también fue diputada suplente de la Asamblea Nacional en el año 2015 —cuando la oposición se alzó con una ventajosa victoria en el Parlamento—, no supieron de su paradero hasta aproximadamente 60 días después de su detención, cuando conocieron extraoficialmente que se encontraba recluida en El Helicoide. Esto a pesar de que el arresto de la dirigente política fue informado por el Fiscal General, Tarek William Saab, quien dijo que Dignora había sido detenida, al igual que Henry Álviarez, por presuntos actos “de conspiración”, tras una declaración de Emill Brandt Ulloa, coordinador del partido de VV en Barinas, detenido días antes (8 de marzo) y sometido a interrogatorio por los organismos del Estado.

“No dormíamos, en cada momento nos pasaba cualquier escenario fatalista por nuestra mente. La desaparición forzosa de Dignora nos sumió en una desesperación inmensa”, señaló Márquez, quien vive ahora en el exilio.

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María Laura describe a su tía como una “mujer entregada totalmente al servicio por el país” desde los 17 años de edad, cuando comenzó su carrera política.

A un año del encarcelamiento, la joven cuenta que la ausencia de su tía se resiente mucho dentro del núcleo familiar. “Dignora es mi segunda madre”, dice María Laura, quien conversó con la exdiputada 10 minutos antes de ser detenida en Caracas.

“Hemos sido (los sobrinos) prácticamente sus hijos, por eso somos muy unidos a ella. Es parte de mi crianza desde que nací hasta el 20 de marzo de 2024. Ha sido muy difícil no contar con ella”, sostiene.

“Nada reemplaza la presencia de Dignora para nosotros”, indica.

El estrés de estar presa

Durante diversas campañas en redes sociales, la familia de Dignora Hernández ha pedido a las autoridades que se facilite su traslado a una consulta médica especializada para tratar sus alergias e hipertensión.

Las alergias de Dignora han empeorado a partir de la “situación de hacinamiento” en la que se encuentra El Helicoide, sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), más lo costoso que se ha vuelto poder suministrarle, por ejemplo, agua potable, comida y los medicamentos que necesita.

«Lo más crítico es el agua», afirmó María Laura.

La dirigente de Vente Venezuela ha presentado algunos picos de alergias en los que su cuerpo se ha cubierto completamente por rosetones. 

“Esto nos preocupa mucho porque dentro de El Helicoide no existe un servicio médico que esté capacitado para ayudarle en momentos de emergencia, hemos solicitado a los organismos que se le permita ser trasladada a un centro asistencial donde se pueda llegar a la raíz del problema, pero esto no ha sido concedido”, explica.

Otro familiar también introdujo documentos para solicitar la atención médica especializada, pero las autoridades tampoco han dado respuesta al petitorio de la familia Hernández.

Violaciones a los DDHH y del debido proceso

Martha Tineo, coordinadora general de la ONG Justicia, Encuentro y Perdón, caracteriza el caso de Dignora Hernández dentro de un patrón más amplio de persecución política en Venezuela.

En el caso de Dignora, al igual que en el de las más de 120 mujeres presas por razones políticas en el país, se evidencian varios patrones documentados a lo largo de los últimos años, relacionados con la persecución judicial de disidentes reales o percibidos como tales por el gobierno nacional, explica Tineo.

Identificó cinco elementos recurrentes en estos casos:

  • Primero: las detenciones son arbitrarias, ya que no cumplen con los supuestos establecidos en la norma constitucional ni en el ordenamiento jurídico venezolano para que sean legales. “Eso ocurre lamentablemente en la mayoría de los casos de detenciones por razones políticas, si acaso no en todos”, afirmó.
  • Segundo: estas detenciones suelen ir acompañadas de una desaparición forzada de corta duración, en la que los familiares quedan sin información sobre el paradero o las condiciones de la persona detenida, como ocurrió con Dignora.
  • Tercero: violación del derecho a la defensa, dado que Dignora, al igual que la mayoría de los presos políticos, no ha podido designar un abogado de confianza que ejerza plenamente su defensa judicial.
  • Cuarto: Dignora enfrenta un proceso judicial que incumple todas las normas del debido proceso, no solo por la falta de acceso a una defensa adecuada, sino también por el irrespeto a los plazos establecidos y la ausencia de audiencias públicas.
  • Quinto: las condiciones de reclusión afectan de manera significativa la vida de los presos políticos, con un impacto diferenciado en las mujeres. Estas condiciones incluyen hacinamiento, insalubridad, falta de alimentación, agua potable, medicación y atención médica, lo que agravó las patologías preexistentes como las alergias e hipertensión de Dignora.

Tineo enfatizó que Dignora exhibe, como la mayoría de los presos políticos, un deterioro muy grave en su salud y pide que el caso sea revisado para evaluar la posibilidad de otorgarle una medida sustitutiva a la privación de libertad.