Tras el fallecimiento del papa Francisco este lunes 21 de abril, todas las miradas se vuelcan hacia el inminente cónclave que definirá al nuevo líder de la Iglesia católica. Entre los nombres que más fuerza ha ganado en el Vaticano se encuentra el del cardenal italiano Pietro Parolin, actual secretario de Estado del Vaticano y antiguo nuncio apostólico en Venezuela (2009-2013), quien no solo destaca por su experiencia diplomática, sino también por su comprometida posición frente a la crisis venezolana.

Parolin es considerado uno de los principales candidatos a suceder a Francisco, no solo por su cercanía con el pontífice y su manejo de la curia romana, sino por su visión conciliadora, internacionalista y profundamente humanista. Su trayectoria ha estado marcada por la defensa de los derechos humanos y su insistencia en soluciones pacíficas frente a los conflictos políticos, especialmente en Latinoamérica.

Un defensor de la democracia venezolana

Desde Roma, Parolin ha sido una de las voces más consistentes de la Iglesia en apoyo a la democracia en Venezuela. En repetidas ocasiones ha exigido la liberación de presos políticos y ha denunciado públicamente la represión del régimen de Nicolás Maduro. En septiembre de 2024, durante una intervención en la sede de la Organización de las Naciones Unidas, el cardenal instó al régimen chavista a respetar los derechos fundamentales de los venezolanos, especialmente tras la represión ocurrida en el marco de las protestas poselectorales.

Parolin también ha sido un firme defensor de los resultados de las elecciones del 28 de julio de 2024, en las que resultó electo el diplomático Edmundo González Urrutia como presidente de Venezuela. En noviembre del mismo año, ambos sostuvieron un encuentro en el Vaticano, tras el cual González reveló el respaldo recibido:

Nos dio todo su respaldo, el respaldo de la Iglesia católica en que se respete esa voluntad expresada el 28 de julio y su aspiración de que esto termine en buena lid, sin traumas, sin violencia, con un compromiso con la verdad de lo que ocurrió”, declaró el presidente electo.

Un posible papa con experiencia venezolana

La cercanía de Parolin con la realidad venezolana no es casual. Durante su etapa como nuncio apostólico en Caracas, forjó vínculos con diversos sectores políticos, sociales y religiosos del país. Fue testigo de los inicios del colapso institucional bajo el régimen chavista y de la creciente persecución a la disidencia. Desde entonces, su compromiso ha sido constante y ha sabido conectar las demandas de justicia y reconciliación de Venezuela con el mensaje universal de la Iglesia.

En momentos en que la Santa Sede busca a un sucesor para continuar la obra reformadora de Francisco, Parolin representa una opción de continuidad con visión política, experiencia diplomática y vocación pastoral. Su posible elección sería bien recibida por buena parte de América Latina, y en especial por el pueblo venezolano que ha visto en él a un aliado firme y coherente.

¿Un Papa con rostro latinoamericano?

Aunque Parolin es italiano, su vinculación con Venezuela y América Latina lo ha convertido en un rostro familiar para la región. Su defensa de la voluntad popular, su rechazo a la represión y su llamado constante a la reconciliación nacional le han otorgado legitimidad moral ante la comunidad venezolana y a nivel internacional.

Si finalmente resulta elegido Papa, el vínculo entre el Vaticano y Venezuela podría fortalecerse significativamente, en un contexto donde la legitimidad democrática y los derechos humanos siguen bajo amenaza. Y para millones de creyentes dentro y fuera del país, Pietro Parolin encarnaría no solo el liderazgo espiritual, sino también el compromiso con la verdad y la justicia que tanto anhela la nación venezolana.