En el contexto del fallecimiento del papa Francisco, el pasado lunes 21 de abril, el expresidente del Gobierno de España, Felipe González, compartió detalles sobre su relación con el pontífice y su frustración por lo que considera fue una falta de contundencia en la defensa de los derechos humanos en Venezuela.

En un video difundido por la Fundación Felipe González, el dirigente socialista de 83 años lamentó que, a pesar de sus múltiples solicitudes al Vaticano para que intercediera ante la represión ejercida por el régimen de Nicolás Maduro, el Papa “nunca se mojó lo suficiente”.

“Mi sentimiento fue que nunca se mojaron suficientemente, a mi juicio, y ese sentimiento en lo personal me dolía, pero no alteró mi relación con él”, dijo González, quien también forma parte del Grupo IDEA, que reúne a exjefes de Estado defensores de la democracia en la región.

Peticiones a través del cardenal Parolin

González explicó que muchas de sus solicitudes fueron canalizadas a través del cardenal Pietro Parolin, actual secretario de Estado del Vaticano y uno de los favoritos para suceder al papa Francisco en el trono de San Pedro.

Afirmó que llegó a enviarle una extensa carta al pontífice, en la que explicaba con detalle la crisis venezolana, marcada por presos políticos, represión, censura y persecución, pero nunca recibió una respuesta directa.

“El Papa no me contestó, pero vi reflejo de esa respuesta en un comunicado de la Santa Sede”, recordó. En ese mensaje, la Iglesia pidió superar la crisis mediante una solución que incluyera la liberación de presos políticos.

Una relación larga y personal con Bergoglio

González también compartió que conoció a Jorge Mario Bergoglio en 2001, cuando aún era arzobispo de Buenos Aires. En ese momento, viajó a Argentina invitado por el entonces presidente Fernando de la Rúa, en el contexto de la crisis financiera del “corralito”.

El encuentro con el futuro Papa le dejó una profunda impresión:

“Fue el análisis más lúcido que escuché sobre la situación. Me llenó de información”, relató.

El ayudante del entonces arzobispo incluso le mencionó que Bergoglio era “papable”, una impresión que González retuvo durante años.

Describió al Papa Francisco como “un gran conversador, bromista, muy directo y humano”, con un altísimo nivel de información, lo que hizo aún más difícil aceptar, en su opinión, la falta de acción firme frente a la crisis venezolana.

Un legado complejo ante Venezuela

Durante su pontificado, el papa Francisco fue criticado en varias ocasiones por sectores de la oposición venezolana por no asumir una postura más firme frente a los abusos del chavismo. Aunque el Vaticano emitió diversos pronunciamientos sobre la necesidad de diálogo y respeto a los derechos humanos, figuras como Felipe González consideraron que la diplomacia vaticana fue demasiado cauta ante un escenario de profunda represión.

Ahora, con la elección de un nuevo pontífice en el horizonte, el nombre de Parolin —quien estuvo destinado en Caracas entre 2009 y 2013— vuelve a tomar fuerza, y con él, la posibilidad de una nueva etapa en la relación entre la Iglesia Católica y Venezuela.

González concluyó su mensaje reconociendo que, a pesar de sus críticas, mantuvo con Francisco una relación de respeto y afecto, marcada por una profunda preocupación compartida por los más vulnerables, aunque con diferencias en la forma de actuar frente a crisis como la venezolana.