El 30 de julio de 2025, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de EE. UU. emitió una nueva licencia a Chevron para operar en Venezuela, reemplazando la Licencia General 41 (GL 41) y derogando la Licencia General 44 (GL 44), según Reuters.
Esta autorización, otorgada en un contexto de crecientes tensiones diplomáticas, impone restricciones más estrictas que las anteriores, limitando las operaciones de Chevron y prohibiendo cualquier transferencia de fondos al régimen de Nicolás Maduro, acusado de crímenes de lesa humanidad y narcoterrorismo.
La medida refleja el endurecimiento de la política de Donald Trump tras el incumplimiento del Acuerdo de Barbados, especialmente en materia electoral.
A diferencia de la GL 41, emitida en noviembre de 2022, y la GL 44, emitida en octubre de 2023, que permitían amplias operaciones de producción y exportación de petróleo venezolano a EE. UU., la nueva licencia restringe a Chevron a actividades operativas básicas, como mantenimiento de activos y toma de decisiones en sus joint ventures con PDVSA, sin posibilidad de pagar regalías o impuestos al régimen.
Esta decisión, según Stabroek News, busca evitar que los ingresos petroleros financien los crímenes de lesa humanidad documentados por la Corte Penal Internacional (CPI).
Diferencias clave entre la licencia anterior y la nueva
- Alcance de las operaciones:
- GL 41 (2022): Autorizaba a Chevron producir, extraer y exportar petróleo venezolano a EE.UU., así como realizar mantenimiento y reparaciones en sus joint ventures con PDVSA, en los que esta posee al menos un 50% de participación. También permitía importar insumos como diluyentes y condensados, excluyendo productos iraníes.
- GL 44 (2023): Extendía la autorización a todas las operaciones del sector petróleo y gas en Venezuela, incluyendo transacciones con PDVSA, con el objetivo de reactivar la producción tras el Acuerdo de Barbados. Estaba vigente hasta abril de 2024, pero fue reemplazada por la GL 44A para un cierre de actividades.
- Nueva licencia (2025): Limita a Chevron a preservar activos, tomar decisiones en joint ventures y realizar pagos de contratos, sin autorizar producción ni exportación de crudo. Prohíbe explícitamente pagos de regalías, impuestos o dividendos a PDVSA o al gobierno venezolano, según Reuters.
- Propósito y contexto político:
- GL 41 y GL 44: Emitidas bajo la administración Biden como incentivos para que Maduro cumpliera con acuerdos electorales y humanitarios. La GL 41 se renovaba automáticamente cada seis meses, mientras la GL 44 buscaba aliviar sanciones para fomentar elecciones libres.
- Nueva licencia: Responde al incumplimiento del régimen de los compromisos del Acuerdo de Barbados, especialmente tras el fraude electoral del 28 de julio de 2024, donde Edmundo González obtuvo el 67% de los votos, según actas resguardadas en el Banco Central de Panamá. Refleja la postura de Trump de aislar al Cártel de los Soles, designado como terrorista.
- Impacto financiero y restricciones:
- GL 41 y GL 44: Permitían a Chevron exportar petróleo a EE.UU., generando ingresos significativos para sus joint ventures, aunque con restricciones para evitar pagos directos al régimen. Chevron producía 200.000 barriles diarios, según Bloomberg.
- Nueva licencia: Impide cualquier transferencia de fondos al régimen, incluyendo regalías e impuestos, lo que limita la operatividad de Chevron y podría reducir su producción. PDVSA, según Orinoco Tribune, asumirá el control operativo, enfrentando dificultades para encontrar mercados internacionales.
Un régimen bajo presión
La nueva licencia coincide con la designación del Cártel de los Soles como organización terrorista, con recompensas de 65 millones de dólares por Maduro, Cabello y Padrino López, según el Departamento de Estado. Esta medida, respaldada por Veppex, busca desmantelar una red que financia la represión, con 2.501 detenciones políticas en 2024, según Un Mundo sin Mordaza, clasificadas como crímenes de lesa humanidad. María Corina Machado denunció: “Maduro lidera una estructura criminal”.
Chevron, la única gran petrolera estadounidense en Venezuela, enfrenta un entorno incierto. La oposición, liderada por Machado y González, exige una transición democrática, mientras la CPI investiga al régimen por crímenes de lesa humanidad. La nueva licencia, más restrictiva, refuerza la presión internacional para desarticular un sistema que oprime a Venezuela, mientras el pueblo resiste por su libertad.