Nancy Camacaro, una abuela de 61 años y coordinadora de la campaña de Edmundo González Urrutia en el estado Lara, permanece bajo desaparición forzada desde el 21 de julio de 2025. Sus familiares denuncian que fue detenida arbitrariamente y trasladada a los calabozos de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) en Boleíta, Caracas, sin comunicación ni acceso a abogados.
Nancy, hipertensa y con dolores crónicos, requiere atención médica urgente, pero el régimen ignora las demandas de su liberación.
La desaparición forzada de Nancy comenzó cuando salió de su hogar en Barquisimeto. Vecinos la vieron ser interceptada por agentes no identificados.
“Lleva 22 días desaparecida, y tememos por su vida”, afirmó su familia en un comunicado difundido por el Comité por la Libertad de los Presos Políticos (Clippve).
Nancy formaba parte del equipo electoral de González Urrutia, organizando comunidades para promover la democracia.
Organizaciones como Provea y SurGentes exigen al régimen informar su paradero y garantizar su integridad.
“Esta desaparición forzada viola la Constitución y estándares internacionales”, alertó Clippve, llamando a la ONU a intervenir.
Nancy sufre mareos repentinos y dolores en la columna, condiciones que podrían agravarse sin tratamiento.
El terror de las desapariciones forzadas bajo Maduro
Amnistía Internacional documenta 15 casos de desaparición forzada entre julio de 2024 y junio de 2025, ocho sin resolver. Nancy se suma a esta lista, reflejando un ataque sistemático contra opositores.
“El régimen usa el miedo para neutralizar reclamos populares”, denunció el Partido Comunista de Venezuela (PCV), que se une a marchas contra la represión.
Familiares de Nancy han intentado denunciar en la Fiscalía, pero fueron ignorados, similar al ataque a madres frente al TSJ. Foro Penal confirma que 652 presos políticos carecen de condena formal, muchos en centros como Boleíta, donde torturas son comunes.