Funcionarios del Servicio Nacional de Migración de Panamá y efectivos del Tercer Batallón Pacífico del Servicio Nacional de Fronteras detuvieron a un venezolano de 28 años, presunto integrante de la organización criminal conocida como el Tren de Aragua.
Según el reporte policial, el hombre tenía una alerta de captura emitida por la justicia de Estados Unidos, pero fue capturado en un paso fronterizo en la comunidad Jaqué, provincia de Darién, cuando intentaba volver de manera voluntaria a Venezuela.
«Se encontraba de manera irregular en territorio panameño y, tras la verificación, se confirmó que mantenía una alerta emitida por el Gobierno de los Estados Unidos, por su presunta vinculación como miembro del grupo criminal conocido como el Tren de Aragua», detalló la fuente policial a EFE.
Hasta el año pasado, miles de migrantes cruzaban la selva del Darién, en la frontera entre Colombia y Panamá, en su marcha hacia el norte. Sin embargo, con la política de deportaciones del presidente Donald Trump, la mayoría de los migrantes en Panamá y otras naciones centroamericanas ahora hacen el recorrido inverso hacia Sudamérica. Unos 770.000 venezolanos vivían en Estados Unidos hasta 2023, según el Instituto de Política Migratoria (MPI), con sede en Washington.
La mayoría tenía un estatuto de protección temporal que otorgó el anterior presidente, Joe Biden, pero que Trump suspendió a finales de enero. De acuerdo con la ONU, casi 8 millones de venezolanos dejaron su país en la última década para huir de una crisis que dejó salarios arrasados por la hiperinflación y una severa escasez de alimentos y medicinas.
Los migrantes, en principio, se instalaron en países de América Latina como Colombia, Perú y Chile, pero con las penurias que causó la pandemia de coronavirus viraron hacia Estados Unidos. Miles cruzaron a pie la temida selva del Darién, entre Colombia y Panamá, sometidos a las amenazas de coyotes, narcotraficantes y hasta policías a lo largo de su camino en dirección a México.
Esta detención ocurre en un contexto de creciente presión internacional contra Maduro, tras la designación del Cartel de los Soles como organización terrorista global por EE. UU., con una recompensa de 50 millones de dólares por su captura.