La líder opositora venezolana María Corina Machado respondió a la amenaza directa que le hizo Diosdado Cabello en medio de la creciente tensión por el despliegue militar de Estados Unidos en el mar Caribe. Orlando Viera Blanco, exembajador de Venezuela en Canadá y politólogo, conversó con El Informativo de NTN24 sobre este tema, afirmando que el régimen «está profundamente aterrorizado y atemorizado de lo que está sucediendo en este momento en Venezuela».

Blanco explicó que «jamás en la historia republicana latinoamericana se ha visto que un Estado haya sido penetrado y convertido en una organización criminal», refiriéndose al régimen de Nicolás Maduro.

El politólogo puntualizó que la respuesta internacional al despliegue militar estadounidense «pasó de una diplomacia retórica y lírica a una diplomacia absolutamente coercitiva». Según Blanco, la reacción de Cabello con más amenazas es algo «a lo que ya nos tiene acostumbrado el régimen», y que «con mayor represión y con mayores crímenes de lesa humanidad no es más que un continuo de actitudes criminales que no son nada nuevo en el horizonte».

«Estas cobardes amenazas se hacen en un momento de mucha desesperación, de mucha vulnerabilidad y donde las cosas pintan que van a ser difíciles de superar», sentenció.

Blanco expresó que «se acabaron los tiempos donde las organizaciones criminales van más rápido, donde los crímenes de lesa humanidad van más rápido que la velocidad de respuesta de los países que quieren vivir y quieren imponer la democracia y la paz en el mundo».

«Y esa es la desesperación de un hombre como Cabello, que cobardemente amenaza a María Corina con su vida», continuó diciendo.

El exembajador finalizó expresando que el miedo que siente el régimen venezolano no solamente viene de la Casa Blanca o de Trump, sino que «es un miedo a lo que ellos saben que es la fuerza latente que, en cualquier momento, cuando lleguen las circunstancias de hacerlo, puede significar una remobilización y reactivación de la sociedad venezolana».

Estas declaraciones se producen en un contexto de creciente presión internacional contra Maduro, tras la designación del Cartel de los Soles como organización terrorista global por EE. UU., con una recompensa de 50 millones de dólares por su captura.