Mientras el gobierno de EE. UU. endurece la presión estratégica contra el Cartel de los Soles, el socialista español José Luis Rodríguez Zapatero, con un grupo de personajes vinculados al chavismo, intenta impulsar una «fórmula» que facilitaría la salida de Nicolás Maduro del poder en Venezuela y permitiría una transición manejada por ellos.

Hace una semana, esta camarilla hizo un contacto concreto en la ciudad de Madrid, según la información a la que fuentes confiables tuvieron acceso. Rodríguez Zapatero y sus cercanos, el general chavista Miguel Rodríguez Torres y el exdiputado Eudoro González Dellán, expusieron en la capital española su plan a opositores exiliados venezolanos, durante una reunión de «exploración», según reportes. No habrían obtenido resultados esperados.

Las reuniones se han realizado en el lujoso hotel Santo Mauro, ubicado cerca del paseo de La Castellana y lugar favorito del expresidente de gobierno español. Pero el grupo también procura hacer contactos en Washington, a través de jerarcas de Qatar, se aseguró. El objetivo sería «sacrificar» a Maduro, al ministro y segundo hombre fuerte del régimen, Diosdado Cabello, y al general Vladimir Padrino, ministro de la Defensa del dictador, todos vinculados al Cartel de los Soles y por tanto con recompensas de hasta 50 millones de dólares fijadas por EE. UU.

«Quieren montar un neochavismo dirigido por quienes no tienen recompensas sobre sus cabezas», según afirma el analista político Pedro Mario Burelli, exdirectivo de PDVSA.

Y reveló, entre otras fuentes, la existencia de esta «fórmula» fabricada en medio del avance decidido del gobierno de EE. UU. contra el narcotráfico desde Venezuela que amenaza su seguridad y la de la región.

Según la información, el grupo estaría aprovechando el estado de alerta en el que se encuentran Maduro, Cabello y otros de la cúpula del debilitado régimen que además enfrenta una encubierta fractura interna. El grupo, liderado por Rodríguez Zapatero, estaría integrado también por la exfiscal Luisa Ortega Díaz, exiliada en España desde 2021, y por el expresidente de PDVSA, Rafael Ramírez (2004-2017), residente en Italia con acusaciones de la justicia de Maduro. En 2020 fue demandado en EE. UU., pero la acción fue retirada por «fallas» en la notificación. Ambos exfuncionarios chavistas buscan resolver sus situaciones de perseguidos del régimen y de desprestigio por las cuestionadas actuaciones en los cargos que ejercieron hasta 2017.

Las fuentes mencionan además a los hermanos Jorge y Delcy Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional y vicepresidente ejecutiva, respectivamente, del régimen de Venezuela. Al diputado Rodríguez, figura clave en el manejo electoral del chavismo, se le atribuye principalmente los contactos con altos personajes del gobierno de Qatar, con los que estableció una relación cercana durante las conversaciones con la oposición venezolana en ese país de Oriente Medio.

La finalidad era llegar a un acuerdo que permitiera una salida a la crisis política en 2023 y que resultó fallido.

«Según ellos, esta fórmula sería más digerible para las Fuerzas Armadas Nacionales y para un pueblo que, según su narrativa, aún ama al creador del narcoestado, Hugo Chávez», señala Burelli en sus redes.

Rodríguez Zapatero, quien ha comenzado a vender sus millonarias propiedades tras el anuncio de EE. UU. de incautar bienes y dinero a personeros del régimen, acumuló una fortuna que se multiplicó por más de 90 desde que comenzó a actuar como mediador con el chavismo tras abandonar La Moncloa en 2011.

«Él sabe que la oposición dura venezolana lo detesta y por eso está dispuesto a apostar lo que sea por una solución que pueda manejar y controlar, lejos de una radical», aseguraron fuentes conocedoras de las actuaciones del expresidente español.

Muy cerca de Rodríguez Zapatero se encuentra el general chavista Rodríguez Torres, quien sostiene contacto frecuente con «sus amigos militares» desde territorio español, aunque otras fuentes aseveran que se encuentra en Venezuela.

Otro personaje clave del grupo que busca una transición «neochavista» es el exdiputado opositor Eudoro González Dellán, mencionado en las redes sociales como uno de los gestores, junto con los Rodríguez, de la salida forzada del presidente electo Edmundo González hacia Madrid, en septiembre de 2024. Un proceso en el que medió Rodríguez Zapatero con personal de la embajada de España en Caracas. González Dellán, abogado con especialización en participación ciudadana en universidades del país europeo y de trayectoria como político opositor, es hermano de Leonardo González Dellán, quien dirigió el estatal Banco Industrial de Venezuela (2002-2004) por decisión de Hugo Chávez y fue vinculado al caso de los Papeles de Panamá.

Este escenario se produce en un contexto de creciente presión internacional contra Maduro, tras la designación del Cartel de los Soles como organización terrorista global por EE.UU., con una recompensa de 50 millones de dólares por su captura.